viernes, diciembre 29, 2006

Reflexiones de fin de año. Adiós 2006.

Se va el año 2006. Otro año más, que para mí pasó volando.
Este fin de semana me ausentaré de Santiago, por lo que voy a hacer hoy unas breves reflexiones de fin de año, en mi último post de 2006.

Lo malo:
  • En el ámbito laboral, las cosas no cambian y me aterra pensar que me voy estancando en la situación en que me encuentro.
  • No haber podido organizar mejor mi tiempo durante el año. Creo que tendré que encontrar la forma de mejorar ese aspecto.
  • A raíz de lo anterior, haber dejado cosas pendientes que perfectamente pude haber hecho este año, e. g., mi sitio web personal, portafolio fotográfico, acutalizar CV con carta presentación, estudiar alguna herramienta computacional, etc. Siento que he perdido bastante tiempo.
  • No haber podido ver a mi ex compañeros de liceo al cumplirse los 20 años de egresados.
  • No haber podido compartir más con mis amigos... aunque sé bien que es un problema de voluntad, siento lejana gente que podría estar más cerca. Quizá sea un problema a nivel sociedad y no haya mucho que hacer de mi parte, pero me lamento de ello.

Lo bueno:

  • Reactivación de nuestro negocio fotográfico.
  • No haber tenido problemas de salud durante el año (era típico que me enfermara de algo sobre todo en el invierno).
  • Haber patinado por primera vez (y sobre hielo).
  • Haber actualizado mi PC (después de 7 años), y la adquisición de mi notebook.
  • Haber conseguido mi ICF-704L, algo que parecía casi imposible.
  • Haberme dado algunos pequeños "gustitos", e. g., la navaja Victorinox.

Se me puede haber quedado algo en el tintero, pero eso es lo que recuerdo en este momento.
Sólo me queda esperar que el nuevo año venga mejor (aunque sea cliché), y que mis proyectos se concreten.

¡Hasta el próximo año! (si Dios quiere.)

martes, diciembre 12, 2006

Pinochet

Don Augusto Pinochet debe ser el personaje más famoso de Chile. Nadie se puede quedar indiferente frente a su figura, y aunque yo tengo mi opinión, no la daré porque no deseo hablar de temas políticos, sino de la influencia que tuvo el general en mi vida cotidiana.
Por ejemplo, durante toda mi época escolar, para mí era de lo más normal estar de pie a las 8 en punto todos los lunes, con disciplina militar, para cantar el Himno Nacional, con las dos estrofas -ya me desesperaba cuando comenzaba la segunda por lo largo que se volvía el "acto cívico".
También era habitual que alumnos hijos de uniformados tuviesen ciertos privilegios, como el de permanecer en el liceo a pesar de repetir un año, o comportarse en forma alocada sin ser mayormente sancionados.
Recuerdo que no tenía idea qué era un diputado o un senador. Las únicas elecciones que conocía eran para elegir mesa de consejo de curso. Y no entendía por qué en TV jamás aparecía material de los años previos a 1973... Registros audiovisuales de Allende recién los vine a ver en los '90...
Pinochet era sinónimo de Presidente de la República. Para mí fue de lo más normal ver siempre colgado del despacho del director, el mismo retrato del general todos los años.
Hace años que Pinochet dejó de ser un actor principal en el acontecer nacional. Pero igual me resulta extraño presenciar sus funerales.

martes, diciembre 05, 2006

Una tarde agradable

Ayer nos juntamos con mi amigo Drupi, ya que yo le había hecho algunos encarguillos (entiéndase copia de seguridad de CDs/DVDs), y decidimos pasar al Starbucks de Isidora a conversar un rato junto a un buen café --ya que todavía no inaguran el Star de Lyon.
Hacía tiempo que no iba al Star de Isidora... fue agradable volver a sentarse en la terraza una tarde de primavera.
Pedimos una prensa de café de Navidad... y en vista que "reclamamos" porque encontramos chica la prensa, nos trajeron otra más grande... así que tomamos bastante café. Claro que la segunda prensa estaba media mala (el tornillo del émbolo estaba defectuoso), pero don Drupi se las ingenió para efectuar una operación trasvasije...
Como siempre, el tiempo se hizo poco, pero la conversación fue interesante en un buen ambiente y junto a un buen café.
Soy un convencido que vale la pena hacerse el tiempo para hacer estas actividades. Son gratas, sacan de la rutina diaria, y cierran en buena forma un día.

viernes, diciembre 01, 2006

Poniendo la casa en orden

Hoy ponemos la casa en orden con la sinvergüenza. Seguramente será una conversación áspera y amarga. Un mal momento que perfectamente podría haberse evitado si la otra parte hubiese sido honesta. Pero los sinvergüenzas son así, caradura. Siguen un mismo patrón: se olvidan de los acuerdos, de que tenían que pagarte, te dan excusas inaceptables, y te juegan sucio en forma solapada. Nosotros hemos actuado siempre correctamente y lo seguiremos haciendo. Voy a plantear mi propuesta de arreglo, en buena. Pero no voy a tolerar más jugarretas, ni postergaciones, ni cambio de reglas. Si no hay entendimiento, tal vez perdamos una plata que legítimamente nos correspondía, pero ella no la va a sacar barata... eso lo garantizo. Y voy a gozar mi venganza, así como nos tuvimos que mamar los malos momentos que nos hizo pasar.

lunes, noviembre 27, 2006

una enana pilla y quizá algo más

A continuación una descarga que necesito hacer...
Algo que me gusta de las sociedades avanzadas (USA, Europa) es su seriedad y profesionalismo para hacer las cosas, en particular, negocios. Por algo esos países son ricos y poderosos, y lo serán cada vez más. Pero en Chile esa cultura no se aprende. Parece que es algo que va en los genes, y la mezcla entre indígenas cabezotas y belicosos y españoles pillos y ladrones fue fatal. Por algo Chile sigue siendo un pobre país penca --aventajado dentro del vecindario, pero penca, y lo será cada vez más.
Hace algún tiempo estábamos contentos porque habíamos hecho un negocio con una mujer que organiza eventos --en adelante, la enana (por su baja estatura). Nosotros tomamos las fotografías y ella nos paga el servicio, que va incluído dentro del servicio integral de eventos.
Desde el principio, nosotros hicimos bien nuestro trabajo, yendo al lugar determinado con anticipación, haciendo preparativos, tomando las mejores imágenes; en definitiva, haciendo un trabajo profesional.
Sin embargo, el trabajo de la enana, como organizadora, no parecía seguir el mismo cauce. Programas que cambian a último momento, atrasos en los horarios, mesas con tortas que se desploman... Esa falta de profesionalismo también se refleja en el trato hacia nosotros... demoras en los pagos, montos que no corresponden a lo prometido, y como broche de oro, ahora nos enteramos que la enana negoció a puertas cerradas con los clientes una cantidad de fotos y precio que no es el acordado con nosotros...
Indigna ver cómo la respuesta de la enana a nuestro profesionalismo fue avivarse --no voy a hablar de sinvergüenzura hasta poner los puntos sobre las ies, pero claramente con actitudes así, no es posible hacer negocios (ni nada serio) y me preocupa el futuro de nuestro trato.
Tengo alguna esperanza en salvar parte de él, pero la confianza ya están quebrada y eso no tiene vuelta atrás...

martes, noviembre 21, 2006

¿Sabes escuchar a los demás?

A veces, por no escuchar bien lo que tiene que decir una persona, la juzgamos mal...
Un excelente ejemplo de aquello lo escuché anoche en un "Magazine" del programa "Solos en la noche" de El Conquistador... es más o menos así:

Dos hermanos heredaron una propiedad que estaba situada en un terreno muy complicado (deslindes complejos, lagunas internas, etc.). Como no podían acordar la división, recurrieron a un hombre de ley, quien después de estudiar la situación, dio la siguiente solución:

"Tirad una moneda al aire, y quien resulte ganador, dividirá el terreno..."

Entonces saltaron los dos, alegando que cómo era posible que después de tanto estudiar el caso, simplemente dejara todo el asunto a la suerte de una moneda. Cuando se callaron los hermanos, el hombre dijo:

"No me dejaron terminar... el ganador dividirá el terreno... y el perdedor eligirá su parte."

Excelente historia... da qué pensar...

jueves, noviembre 09, 2006

Desganado

Hoy ando desganado. Sólo espero que pase luego la hora y el día para volver a casita.
Quizá un buen café en la tarde me reconforte.

martes, octubre 31, 2006

Mi primera y última cassette

Mi primera cassette fue una Maxell LN de 30 minutos que venía incluida en mi primera radio (cassette) a fines de 1978. En esos tiempos, si comprabas una grabadora, ésta venía con una cassette y además se incluían las pilas (no como ahora, que se vende todo por separado --y los accesorios con precios inflados). Al poco tiempo mis padres compraron dos cassettes: uno como la que aparece en la foto, y otro similar pero de 120 minutos (ese fue para mí). Por esta razón, al ver la foto, se me llena la cabeza de recuerdos, porque desde entonces la grabación de música (principalmente) se transformó en mi gran hobby.
Durante años compré cintas vírgenes para grabarlas con la música que me gustaba. Maxell, Sony, TDK, BASF, Pioneer, eran mis marcas de siempre. La época dorada de la cassette. Jamás me tenté por las cassettes baratas, sabía que eran una porquería y lo que allí se grabara no duraría mucho.
Hacia mediados de los '90, ya coleccionaba CDs, y fui dejando de grabar música, y por ende, de comprar cassettes. En 2000 llegó a mis manos mi primer Minidisc, y entonces tomé la decisión inevitable: dejar de usar cintas. Ese año compré un boombox, y con él, mi último cassette... hasta ahora.
Porque este mes que hoy termina, vi un foro donde se hablaba de las cassettes. Se mencionó una marca llamada That's, que yo había visto en tiendas de la Casa Musa, y que pensaba era una marca chancho, pero según los foristas se trataba de una cassette bastante respetable. De pronto tuve una idea: comprar mi última cassette (sabiendo que será la última, pues la disponibilidad de cintas y grabadoras de cinta es tan baja que es fácil suponer que pronto desaparecerán, y sabiendo que lo más probable es que no la use y se quede sellada). Así que partí a Casa Musa y pedí una cassette That's. Y That's all folks... gracias cassette por brindarme tantos años de servicio... pero la era digital llegó para quedarse, y es hora de retirarse al museo.

lunes, octubre 30, 2006

Dos casorios al hilo

Este fin de semana fue de trabajo intensivo. Viernes y sábado, dos matrimonios al hilo que fotografiar. Así que mi cámara y flash tuvieron harta pega. Pero respondieron excelente, tal como lo esperaba.
Todavía ando un poco trasnochado (nunca fui bueno para el trasnoche). Pero no importa. Imagen Selecta agarra vuelo...

domingo, octubre 22, 2006

Angustia de domingo

El día domingo, tipo 18 ó 19 horas, viene la minidepresión pre-nueva-semana. Desde que estaba en el colegio sentía esa angustia, porque ya se venía encima el lunes, volver a la rutina de la semana, volver a levantarse tempranísimo para ir a clases. Ahora ya no soy estudiante, pero la rutina sigue existiendo (y una rutina bastante más chata que ir a clases).
Por esta razón, cuando se viene un lunes feriado, la minidepresión desaparece... para reaparecer el lunes, pero un poco disminuida porque la nueva semana sólo tiene cuatro días.
En fin, la vida es así, al menos hasta que jubile o... hasta que encuentre un trabajo sin presiones, donde los problemas del día laboral no alteren mis nervios, donde los compañeros de trabajo sean amigos y no gente que es amable cuando le conviene y el resto del tiempo no te pesca o simplemente te caga. Sí, sé lo que piensas... que estoy buscando algo que no existe. Pero a veces hay que ser idealista, no para enredarse en búsquedas infinitas, sino para encontrar algo mejor cada día. Creo que lo peor que le puede pasar a uno es conformarse con lo que es o lo que hace.

miércoles, octubre 18, 2006

La galería muerta

Ayer, al salir del trabajo, tuve que dirigirme al centro de la ciudad a una diligencia muy precisa y breve. Tomé el Metro para llegar más rápido pero fue un viaje desagradable pues el vagón iba totalmente lleno y me fui todo el trayecto como una sardina enlatada. Una vez finalizado mi trámite, decidí aprovechar el viaje y me di una vuelta por un lugar que no visitaba hace años: la galería que desemboca en el portal Fernández Concha, al frente de la Plaza de Armas. La última vez que la visité, fui a ver relojes pues en dicha galería había gran cantidad de locales que vendían joyas y relojes. Sin embargo en la actualidad la galería está muy disminuída: apenas dos locales con alguna variedad de relojes y otros dos más pequeños, y nada más. Gran cantidad de locales cerrados. Ciertamente, la galería no tiene la vida de hace diez años y más.
Tampoco existe el Chez Henry... aunque todavía viven los locales del portal que venden completos y comistrajos de dudosa higene. Y bastantes flaites dando vueltas, lo que me hizo tomar el camino de regreso en cuanto pude (no soporto mucho tiempo cerca de flaites, si leiste mi crónica anterior, lo entenderás).

La Navidad más triste de mi vida

Mi crónica anterior sobre relojes me hizo recordar un episodio bastante desagradable que me tocó vivir, y que seguramente mucha gente ha experimentado en mayor o menor medida, y tal vez más de una vez: ser víctima del amigo de lo ajeno. Pero no fue sólo eso. Porque en mi caso, no pudo ser en un peor día: un día de Navidad. Y además, ser robado por un paco miserable, es algo que debe ser contado en esta crónica.
Fecha: 24 de diciembre de 1991. Fue un día caluroso que nos obligó a abrir las ventanas de la casa. En la tarde, nos estábamos preparando para asistir a la casa de un tío donde se reuniría la familia para pasar esa Navidad. Tuvimos la (inesperada) visita de una prima, que se había casado hacía pocos meses y andaba con su guagua colgando (actualmente es Enrique, un joven más grande que yo, y que de seguro no tiene idea lo que nos hizo pasar). La presencia de un crío siempre ha sido motivo de revolución en mis tías (mi madre incluida), de modo que tanta atención concentrada en la guagua, hizo olvidar cosas más importantes, como verificar que las ventanas de la casa estuviesen cerradas antes de salir.
Posterior a los hechos, mi vieja me comentó que ese día andaban flaites en la calle pidiendo dinero, y uno en especial le pareció muy sospechoso. No me cabe duda que ese sujeto debe haber detectado la ventana abierta, y junto a cómplices, aprovechó nuestra ausencia para desvalijar parte de la casa.
Mi tío recién se había cambiado a una lujosa casa con una piscina, y después de una bonita cena y de abrir los obsequios a medianoche, mis primos se zambulleron en la piscina. Me invitaron a participar, pero por alguna extraña razón, no quise bañarme (a pesar que la noche estaba muy agradable). Me sentí extraño, como angustiado. No le di mayor importancia, y poco después, ya estábamos en camino de regreso a casa. Ni nos imaginábamos lo que sucedería después.
En la casa, teníamos algunos obsequios al pie del árbol navideño, de modo que al llegar, me acerqué a verlos. Sin embargo, descubrí extrañado que no había ninguno. En ese momento no entendí qué pasaba. Fue una confusión total. Luego de un minuto, observamos que un boombox que teníamos en el comedor, había sido manipulado como con la intención de sacarlo de su lugar. Entonces mi vieja exclamo: "Se entraron". Recién en ese instante me di cuenta que alguien había violado nuestro hogar. Ni me preocupé de pensar que si había entrado un ladrón, podría estar todavía dentro de la casa. Subí disparado a mi habitación, imaginándome lo peor. Al entrar, mis temores se hicieron realidad: la ventana estaba abierta totalmente, y como los ladrones entraron por mi habitación, la arrasaron.
Como era de esperar, robaron casi todo lo electrónico, algo de ropa, y uno que otro perfume. Fueron selectivos, porque sustrajeron las cosas de mayor valor (entre ellas, los relojes que mencioné en mi crónica anterior, y varios artículos que había comprado en mi reciente viaje a Iquique). Otros objetos más "rasca" no los tocaron, como un walkman medio malo marca chancho (que ni siquiera era mío). El haberme dado cuenta que no se llevaron este objeto tuvo mucha significación después, como voy a narrar a continuación.
Los antisociales registraron toda la casa, pero afortunadamente mi vieja cerró con llave su habitación, de modo que no le tocaron nada (en el fondo, creo que fue mejor así, porque de haber entrado allí, los ladrones habrían tenido acceso a joyas, dinero y un arma de fuego).
Rápidamente llamamos a Carabineros. Pensamos que no tardarían en venir. Pero demoraron más de dos horas. Entretanto, llamamos a la Policía de Investigaciones, pero no quisieron acudir, ya que "si llamaron a Carabineros, deben esperarlos".
Finalmente llegaron dos pacos. Eran las tres de la mañana. Uno entró armado con una ametralladora, y curiosamente andaba con su traje completo (lo lógico era que anduviera de camisa, ya que la noche estaba bastante agradable). Hurgó por todas partes. El otro, que hacía de jefe, nos tomó algunas declaraciones y una lista de las cosas que nos habían robado. Cuando volvío el paco de la ametralladora, nos pidió el baño, y posteriormente se fueron.
Esa noche prácticamente no dormí nada, pues los antisociales lograron hacerse de las llaves de la casa. Cuando amaneció, tenía la esperanza que todo lo vivido sólo hubiese sido una pesadilla. Pero la pesadilla era real. Era Navidad, y yo estaba desvalijado. El día estaba cubierto y raro. Salimos al patio y descubrimos otras algunas sorpresas. Una silla de madera con señas de haber sido usada para sacar cosas de la casa, marcas de zapatillas, y el sello habitual de un ladrón: dejar su excremento en la casa, en este caso, fue en el patio. Cerca de estas señas, encontramos una pista que podría haber dado con el paradero de los ladrones (si la justicia hubiese hecho su labor, pero para variar el juez ordenó archivar los antecedentes sin investigar nada). En el suelo había un papelito donde aparecía el nombre de una guagua y un consultorio. No me cabe duda que con una pequeña investigación se podría haber dado con el nombre de la persona que andaba con esa criatura y en definitiva, con los responsables, y quizá habría podido recuperar algunas de mi cositas.
Recuerdo que esa mañana conversamos mucho con mi vieja. Tratando de armar el rompecabezas del robo, cómo había sido efecutado, por dónde habían transitado los antisociales, etc. Ella había hablado con vecinos que curiosamente "nada habían visto". Yo le mencioné que algunas cosas se habían salvado de los ladrones, como el walkman rasca. Cuando fuimos a verlo, había desaparecido. Desde que lo vi la última vez, las únicas personas que entraron a la casa fueron los pacos. Y entonces entendimos por qué el paco de la ametralladora había pedido el baño: fue para acomodarse el walkman oculto en su chaqueta.
Al transcurrir el día, el tiempo se descompuso y se desató un aguacero totalmente inesperado, tanto como lo fue el robo y la gran tristeza que me embargo aquel día. Yo diría que de no haber sido por la ayuda de mi vieja, habría caído en una depresión fulminante. En particular recuerdo un comentario totalmente desatinado que hizo una tía al enterarse de lo sucedido, cuando dijo que "en estos momentos el ladrón debe estar feliz eschuchando tus discos en tu equipo, con tus zapatos, poniéndose tu perfume", etc. Ese comentario, totalmente burlesco y falto de tino, lo encontré casi criminal y me hizo recordar que a veces hay gente que no medita lo que va a decir (la típica pachotada).
La terrible experiencia del robo me dejó afectado mucho tiempo, aparte de lo que significó para mí la pérdida de pertenencias (en una época en que era estudiante y no ganaba plata como para reponer lo perdido), yo diría que fue más desagradable la sensación de violación de hogar, que varios ladrones escudriñaron mi casa, mi habitación, y mis cosas. Y quizá lo más triste de la historia, es haber sido atendido por un carabinero corrupto, tan ladrón como los flaites que robaron mi casa.
Por esto, siempre me preocupa dejar la casa sola. Y cuando veo flaites rondando mi calle, me preocupo. Porque al verlos, me parece estar viendo a los indeseables que un día violaron mi hogar...

martes, octubre 10, 2006

Yo y mis relojes


Medio por casualidad di con un sitio web donde aparece un museo de relojes "de nerd". Al ver fotos de mis primeros relojes, mi cabeza se llenó de muchos recuerdos y me sentí impulsado a escribir lo que viene a continuación...

Recuerdo mi primer reloj (de pulsera)... fue un Longines a cuerda que mi viejo desechó cuando le regalaron un Seiko automático. Hoy en día sería una locura pasarle un Longines de los '30 o '40 a un niño cuando hay disponible una gran vareidad de relojes desechables... pero cuando yo era niño, la revolución del reloj japonés todavía no comenzaba (al menos en Chile). De modo que aprendí a leer la hora y a darle cuerda al Longines, hasta que en 1980 comencé a ver en las tiendas la invasión de relojes digitales. Me gustaron tanto que fue mi pedido de Navidad para ese año. Y entonces el Longines se guardó y comencé a lucir orgulloso un Citizen Multialarm (parecido al de la foto, pero era un modelo ligeramente más nuevo).

El Citizen era una maravilla: exhibición digital de la hora, dos alarmas programables, un carillón, y un cronómetro. Además de fecha y de contar con una diminuta bombilla eléctrica para verlo de noche. Este reloj me duró muchos años hasta que el uso diario terminó matándolo (primero murió el broche de la pulsera, y más adelante le pegué un rayón bastante grande que dejo parcialmente obstruída la pantalla).

En 1981 recibí como regalo un Texas Instruments no metálico con calculadora (un auténtico reloj de Nerd). Sin embargo, un día metí la mano en un estanque con agua sin darme cuenta que también estaba metiendo el reloj. No murió de inmediato, pero al poco tiempo los dígitos comenzaron a borrarse hasta que desaparecieron por completo.

En 1984 para mi cumpleaños vino mi siguiente reloj. Un Casio CFX-200. Otro reloj de nerd. En esos años, era muy común ver las tiendas llenas de relojes extravagantes: con calculadora, con juegos, con melodías, con barómetros, etc...

En 1989, había llegado la moda de los Swatch y volvió el interés por los relojes analógicos. Como un Swatch era caro para mí, elegí un Casio muy sencillo y elegante, pero no metálico sino que de resina (plástico). Lamentablemente las correas plásticas me duraban muy poco tiempo (y no eran baratas), razón por la que sólo lo usaba en reuniones sociales.

Al año siguiente, en 1990, durante un viaje compré mi primer reloj con complejidades: el Casio Moongraph. Aparte de la complejidad de las fases lunares, me gustaba mucho su diseño y el cristal redondo. También era de resina y tuve el mismo problema de la corta durabilidad.

Lamentablemente en 1991 entraron a robar en mi casa y arrasaron con la gran mayoría de mis pertenencias, incluyendo el Moongraph y el Casio calculadora (el Casio analógico se salvó porque lo traía puesto).

En 1996, paseando por una tienda (y con dinero en los bolsillos) me tenté con DOS relojes: un Orient analógico muy bonito, con correa de cuero, y un Casio analógico modelo corredor de autos. Este último se me descompuso y por tratar de repararlo lo descompuse más, de modo que tuvo la vida más corta en mi historial relojero. El Orient todavía lo conservo aunque la correa de cuero está media malona (no hay caso, a mí sólo me sirven los relojes metálicos 100%), y la pila se agotó hace tiempo.

En 1999 recibí como obsequio de graduación universitaria un Bulova, que es que uso habitualmente. Es un "reloj de lujo", y creo que será el único, porque la verdad los relojes-joyas nunca me han atraído.

Finalmente en 2003, compré un Casio que fuese a prueba de agua para poder usarlo cuando iba a la playa o la piscina. Aunque de tamaño un poco voluminoso, me ha funcionado muy bien, y todavía no he tenido que cambiarle su pila.

¿Y cuál será mi próximo reloj? La verdad no sé, así como tampoco sé cuándo será. Por de pronto, para saber la hora ya no necesito traer puesto un reloj pulsera...

jueves, octubre 05, 2006

Quizá soy demasiado bueno

Soy un convencido que si haces un mal a alguien, tarde o temprano se te devolverá. Creo que esto mismo lo comenté en otra crónica ("no escupas al cielo ni mees contra el viento"). Por lo mismo, nunca he levantado vendettas, aunque en ocasiones, ganas me han sobrado. ¿Por qué digo todo esto? Porque mi actitud hacia los demás siempre (o casi siempre) ha sido muy abierta, en el sentido de escuchar al otro y eventualmente darle una mano, por ejemplo, haciendo favores. Qué agradable es cuando uno necesita algo, y otra persona te lo ofrece sin pedir nada a cambio, sino la sola satisfacción de haberte ayudado, ¿verdad? Sin embargo, a lo largo de mi vida, he tenido algunas malas experiencias al respecto, con gente que me ha puesto en situaciones incómodas o derechamente peligrosas, o simplemente han sido mal agradecidos. Claro, a todo el mundo le habrá pasado alguna vez, pero en mi caso, estas situaciones me han producido una contradicción: por una parte, mi tendencia natural y mi formación moral de tener una buena voluntad con los demás; por otra, un mundo o una sociedad donde las personas son sumamente individualistas y su objetivo es triunfar y tener más dinero y poder, aunque eso signifique pisotear al resto, apropiarse de lo ajeno, engañar, cahuinear, estafar, y por supuesto, abusar de la gente de buena voluntad. Ese es el mundo que tenemos, y no veo señales que esa tendencia vaya a cambiar.
Siempre pensé que aunque el mundo o el entorno fuese retorcido, no por eso yo me tenía que unir a una miserable filosofía de vida, o al menos quedarme indiferente. Ahora ya no estoy tan seguro. Siento que la gente (estoy hablando en general) no se acerca a mi en forma desinteresada, y eso no me gusta nada, aparte que me trae problemas. Naturalmente que sería todo más simple si uno pudiese detectar las intenciones ocultas de la gente y prevenirse. Pero no se puede... Al menos yo todavía no adquiero esa habilidad. Y quizá nunca la tenga. Entonces creo que ha llegado el (lamentable) momento de comenzar a cerrar una puerta que estuvo abierta por muchos años, por donde entró mucha gente buena pero también gente mala que causó daños y perjuicios que no pagó nunca. Pero no importa. Esas cuentas al final siempre se pagan, aquí o en la quebrada del ají.

martes, octubre 03, 2006

Fotografiando una boda

Después de un largo receso, volví a fotografíar un matrimonio. Este tipo de fotografía no es fácil como algunos piensan... Para empezar, los matrimonios suelen ser en la tarde-noche, dentro de iglesias o recintos con iluminación definitivamente mala para fotografía. Las cámaras compactas con flash incorporado suelen comportarse miserablemente en las tomas de cuerpo entero o de un grupo de gente. Lo mismo es aplicable a los videos: si el camarógrafo no cuenta con un foco de luz poderoso, el video quedará irremediablemente oscuro.
En definitva, la clave es la luz...

miércoles, septiembre 27, 2006

Ausente de una celebración

El domingo pasado en la tarde, recibí una llamada en mi celular de un número desconocido. Habitualmente no respondo esos llamados (salvo en días hábiles o cuando sé que alguien va a contactarme, por ejemplo un instalador de servicios o algo por el estilo), pero esta vez decidí contestar. Me hablaba Susana Arriagada, una ex compañera del Liceo Manuel de Salas. Me costó un poco reconocer su voz. Ya han pasado veinte años. Sí, veinte años --pensaba yo-- que no la veo a ella ni a mucha gente de mi promoción. En realidad, no he vuelto a ver a nadie, salvo unas pocas personas. El motivo de la llamada era avisarme que la promoción '86 se reunirá este sábado a una cena para celebrar los veinte años. Tarde llegó el aviso, porque ese día tengo un trabajito (fotografiar un matrimonio), así que le expliqué la situación y me excusé de asistir. Me pidió mi casilla de email y terminó la conversación (no quise prolongarla más porque ella me contó que estaba encargada de ubicar a los compañeros de mi curso, y seguramente hizo o tendría que hacer varias llamadas a otras personas).
Me pregunto cómo consiguió mi número de celular... debí haberle preguntado, ahora me quedé metido. No me parece fácil ubicar personas después de veinte años, a pesar que la tarea debe haberse facilitado con ayudas como la de San Goooogle... Porque hace veinte años, ubicar a gente no vista en veinte años debe haber sido una aguja en un pajar...

Algo me dice que si tuvieron que pasar veinte años para que la promoción se organizara para verse, es dudoso que haya otra oportunidad. Por una parte, lamento no asistir porque no puedo negar que tengo curiosidad por saber cómo están hoy mi ex compañeros(as). Sólo tengo la imagen de hace veinte años, y no me cabe duda que me sorprendería ver el cambio en algunas personas. De seguro tomaría unas buenas fotografías. Pero por otra parte, quizás no tendría mucho de qué conversar con los participantes. En el Liceo no hice amigos (sólo eramos compañeros y punto). Una vez egresado, no mantuve contacto con nadie, salvo una persona, quien paradojalmente no egresó en 4to Medio porque había entrado a la Escuela de Aviación. Según me ha dicho, él tampoco asisitirá. Y pienso que los ausentes serán muchos más. La cuota para particpar son 20 grandes, suma no despreciable.

En fin, si me hubieran avisado con la debida anticipación, quizá habría aceptado. O al menos lo habría pensado. Cuando esté tomando fotografías de gente desconocida el sábado, creo que no podré dejar de pensar que en otro evento paralelo, también se estarán tomando fotografías pero de gente que conocí --unos más, otros menos-- y que formó parte de mi vida (desde afuera) por varios años.

jueves, septiembre 21, 2006

Día del trabajador radial

Hoy 21 de septiembre es el día del trabajador radial. Tradicionalmente en esta fecha, los trabajadores de las radios se juntaban para ir a un paseo y celebrar su día, dejando las emisoras apagadas, salvo una que quedaba de turno. Precisamente este efecto de encontrar el dial desierto me recordaba en qué día estábamos. Si la radio de turno no era de mi agrado, no me quedaba más remedio que recurrir a una cassette... así fue por varios años.
Sin embargo, en la década pasada (cuando se desordenó el dial), esa tradición comenzó a perderse, cortesía del típico pillo chileno: una radio que no estaba de turno decidió transmitir, aprovechando que los auditores la sintonizarían fácilmente en un dial tan silencioso. Naturalmente las demás radios tuvieron que seguirla para no quedar en desventaja, matando la tradición.

Fiestas patrias

Chile es muy especial para celebrar el aniversario patrio. Para comenzar, no es un día, sino dos. Pero el pueblo no le bastan dos; si los feriados caen justo el fin de semana ("la gran estafa"), entonces se toma el viernes, y si caen en la semana, los festejos pasan a cuatro o cinco días. Los estudiantes tienen una semana de vacaciones, y quienes laburamos, no tenemos una semana de vacaciones pero esa semana no se trabaja en forma normal... las oficinas andan a media máquina, sobre todo las estatales.
Y prepararse... el próximo año se vienen cinco días.

martes, septiembre 19, 2006

Mi primer notebook

Años atrás, cuando los computadores no estaban tan masificados como en la actualidad, yo decía que el sueño de todo computín era tener su propio computador. Fue mi sueño hasta que tuve mi primer PC, que me sirvió muchísimo para desarrollar mis trabajos universitarios.
Después tuve que cambiar la frase y decir que el sueño de todo computin es tener un notebook. Claro que ese sueño era más difícil que se hiciera realidad, ya que los computadores portátiles siempre fueron un objeto de lujo, solamente la gente rica los podía costear. Y aunque alguna vez pudiese reunir la plata para comprar uno, veía difícil justificar un gasto tan alto sólo por la comodidad de teclear en la cama o de no volver a cargar en el auto un gabinete y un monitor CRT si necesitaba el PC en otro lado.
Sin embargo, este año las cosas cambiaron. Los precios de los notebooks comenzaron a bajar, al punto que ya era posible PENSAR en comprar uno. Y me puse a meditar... que tener un notebook no es tanto lujo como creía, sino que es una herramienta que se le pude sacar mucho partido. Por ejemplo, podría cargar en él las fotos de mi negocio y llevarlas donde fuese necesario, incluso grabar un CD o DVD en terreno... también me atraía la idea de llevarlo a la pega y olvidarme del PC de la oficina que no le puedo instalar nada... en fin, me convencí que valía la pena y comencé a mirar si podía encontrar algo no muy caro pero que fuese buena máquina.
El empujón final en mi decisión vino de una oferta que hizo la tienda donde finalmente compré. Un descuento si compraba en cuotas, que cubría perfectamente los intereses y terminaba pagando un poco menos que el precio contado, y algunos obsequios como una impresora y el necesario maletín de transporte junto a algunos accesorios.

Y así me encuentro contento con mi nueva adquisición, que sólo espero no quede obsoleta muy rápido... porque en el mundo tecnológico, no hay que esperar muchos años para hacer un museo propio...

martes, septiembre 12, 2006

Cortesía del 11-s chileno

Ayer, cortesía del "11-s chileno", me fui a la casita una hora antes. Fue agradable volver a una hora en que todavía había luz diurna (aunque el día estaba cubierto), y sin la aglomeración de gente en las veredas ni en el paradero. Aunque no me libré del habitual taco vehicular y mi viaje tardó casi lo mismo que todos los días: una hora, incluyendo los trayectos a pie y la tediosa espera del único bus que me sirve. En fin, de todos modos fue bastante agradable salir antes y llegar a tomar un té con sandwich a la hora del té y no de noche.
Aunque recién es martes, ya sueño con que sea viernes y lleguen los días de fiesta, no tanto porque tenga pensado irme de farra o de paseo fuera de la ciudad, sino por el simple hecho de tener un fin de semana largo y desahogarme de la rutina laboral.

lunes, septiembre 11, 2006

Once de septiembre

Hoy, 11 de septiembre... y la historia de nunca acabar.
Me pregunto cuándo este día volverá a ser un día normal... Ya me tienen chatos por una parte los polítiqueros de la concertación, inventando ceremonias y marchas para elevar a categoría de semidios a un individuo que llevó al país al desastre. Y por otra, todos los estúpidos que les hacen caso y salen a la calle a causar destrozos y desórdenes, sólo por el gusto de hacer daño.
Demasiado chipe libre digo yo...

lunes, septiembre 04, 2006

Finalmente... cedí ante el dios mp3

Ayer oficialmente pasé a engrosar la lista de los poseedores de un reproductor portatil de mp3. Algo que no tendría mayor importancia para el común de la gente, pero para mí era distinto, porque siempre me resistí al mp3 hasta que el devenir de los acontecimientos me doblaron la mano.
Desde que lo conocí (1997), el formato mp3 no me gustó, debido a la mala calidad de sonido producto de la compresión. Al escuchar un mp3, se notaba que era un mp3 y no un wav ripeado del CD original. Algunas pistas de los CDs no quedaban bien en mp3 aunque se usara la "mejor calidad" posible. Y como yo sólo coleccionaba música y no era un tráficante, el mp3 no atraía mi interés. (Hasta pensé que jamás me interesarían.) Así fue por mucho tiempo.
Mi opinión fue cambiando en la medida en que los algoritmos de compresión fueron mejorando, aparecieron más modelos de reproductores, a precios más baratos y con mayor capacidad, pero quizá lo más importante, es que ahora también sirven para almacenar archivos. Entonces ya no es puramente un aparato para divertirse, sino una herramienta para sacarle provecho.
De modo que bienvenido reproductor de mp3... y espero haber hecho una buena elección.

viernes, septiembre 01, 2006

Septiembre

Hoy comienza Septiembre. Aunque el invierno todavía no se retira (la lluvia de anoche fue un recordatorio de aquello), al menos sicológicamente ya queda atrás. Y eso es un motivo de alegría para mí, pues el invierno significa resfríos, humedad, andar mojado por la lluvia, salir de casa y volver prácticamente de noche, y los días oscuros en general... Y un receso obligado de muchas actividades (entre ellas la foto y video).
La primavera es definitivamente mi época preferida del año. Los días cubiertos van dando paso a un sol radiante pero no caluroso, que invita a salir al aire libre.
Este año me propongo disfrutar más que otros años esta época. Espero lograrlo.

martes, agosto 29, 2006

Mis lápices

Yo no... pero estoy casi seguro que las primeras rayas que hice en un papel deben haber sido con lápices de cera.
Ya en el colegio, escribía con un lápiz mina, el famoso "Nº 2"... que había que sacarle punta en forma constante. Hacia 4º ó 5º básico, en un intento por desterrar al sacapuntas, recuerdo haber comprado un lápiz que usaba puntas de minas en soportes plásicos cónicos; uno usaba una punta hasta que se gastaba, la extraía, la metía en el otro extremo del lápiz, y aparecía una punta nueva. La primera punta era mula (de plástico), quizá porque los lápices venían a granel y las puntas podrían estropearse. Lamentablemente este sistema era ineficiente y harto más caro que un lápiz Nº 2 con su sacapuntas, así que no me compraron más de aquellos lápices (lamento no haber conservado uno, hoy sería verdaderamente "de culto").
Fue también en 4º ó 5º básico que empiezo a usar lápiz pasta (el famoso "BIC"), con punta gruesa y cubierta transparente. Típico era que se "reventaran" estos lápices, a veces en la camisa, con consecuencias desastrosas... También fue famoso el lápiz "Kilométrico" de Paper Mate.
En 7º descubro el PORTAMINAS, y para mi gran felicidad, le puedo decir adiós al odioso sacapuntas. Recuerdo cuando los portaminas se masificaron en el curso, había un compañero de clase sumamente pillo y tramposo, que para evitar que le pidieran minas prestadas, usaba un lápiz con mina de 0.3 mm (el tamaño estándar es 0.5).
Era típico recibir como obsequio un lápiz pasta "de lujo", por ejemplo un Parker Jotter. Pero no había gran diferencia en términos prácticos con el BIC de siempre, de modo que los usaba sólo en forma esporádica.
Por 3º medio trato de reemplazar el BIC por varios lápices a tinta con punta blanda, pero su elevado costo y corta duración me impidieron deshacerme del lápiz pasta.
Pasaron algunos años, y a principios de los '90 se puso de moda usar plumas con tinta en cartuchos desechables. La gente muy acostumbrada al lápiz pasta no se sentía cómoda con la pluma porque aquella se debe sostener en cierto ángulo para escribir; sin embargo, a diferencia del lápiz pasta, la pluma no se carga sobre el papel, simplemente se desliza. ¡Formidable! Quizá así desaparecería el dolor de mano que me daba después de escribir un rato cargando un lápiz. Me cambié a la pluma, aunque no me duraban mucho: la tinta se secaba en la punta y la pluma terminaba fallando para siempre.
El lápiz más lujoso que recibí fue una pluma "Harley Davidson", que usé algunos años, hasta que se fue tapando y actualmente la tengo retirada.
Cuando conocí a Rodrigo "Drupi" Mansilla, me gustaron los lápices Pilot de gel que usaba (la novedad de aquellos tiempos), y decidí empezar a usarlos.
Actualmente, mis lápices predilectos son un par de Parker Jotter, uno es portaminas, el otro es el típico lápiz pasta, pero ahora lo uso con un repuesto gel.

¿Y tú? ¿Te acuerdas de tus lápices?

jueves, agosto 17, 2006

Pasándose de listo

Una vez mi vieja llamó a un "maestro" dedicado a hacer trabajos con fierros para que pusiera unas protecciones en ventanas de la casa. No lo conocíamos; sólo habíamos visto un letrero que había puesto en una casa antigua de madera afectada por el paso del tiempo. Era un viejo chico de aspecto tan descuidado como la casa que habitaba, que encendió mis alarmas de individuo sospechoso. Hizo unos cálculos rápidos y pidió una cantidad de plata para comprar material. Le dimos el dinero y luego volvió con los fierros en un Ford destartalado. Para evitar sorpresas desagradables lo observé mientras hacía el trabajo. Se puso unas gafas que llamaron mi atención, pues los vidrios estaban severamente lastimados por alguna causa que no lograba comprender, y difícilmente alguien podría ver claro a través de ellos. Cuando comenzó a construir el enrejado, entendí: en vez de usar casco protector para soldador, este muñeco soldaba fierros frunciendo los ojos y usando los lentes como protectores oculares. Como era de esperar, el fundente salpicado en la soldadura se incrustaba en los vidrios, dejándolos cada vez más opacos.
(Para quienes jamás han soldado al arco, puedo contarles que la luz generada en el arco es tan nociva para la vista como mirar directo al sol, y fruncir los ojos no sirve de nada; además, el fundente que es salpicado alcanza rostro y manos del soldador y quema, porque está al rojo vivo, de modo que casco y guantes son equipo obligado.)
Una vez que terminó su trabajo, cobró material y obra de mano. Sin embargo, había bastante fierro no usado en el suelo, y el costo del material le pareció excesivo a mi vieja, quien le hizo medir los metros de fierro utilizado, encontrando que la cantidad comprada sobrepasaba con creces lo que realmente se necesitaba. Claramente el muñeco había tratado de engañarnos, haciéndonos gastar más dinero en material que él planeaba llevarse a su casa. Entonces restando el costo del material sobrante con los honorarios, quedó un resto de mil pesos que fue lo que le canceló mi vieja por el trabajo. El viejo comenzó a suplicar que le diéramos unas "luquitas más por lo menos", a lo cual mi vieja respondió tajantemente que lo pagado era lo justo que debía recibir, sin agregar que el muñeco era un estafador que en realidad no merecía ni un peso. Se tuvo que marchar sin decir nada más.

jueves, agosto 10, 2006

Veinte años

1986. Año en que egresé del liceo. Y este año se cumplen los veinte años.

Pensar que hace veinte años no había celulares, si tenías que comunicarte desde el establecimiento, había que usar el teléfono público. El pasaje escolar costaba 15 pesos. No había PCs (algunos afortunados tenían computadores Atari o Sinclair, pero más para jugar...), nadie siquiera soñaba con Internet, ni yo... había que hacer las tareas o los trabajos investigando en libros y escribiendo informes a mano o en la máquina de escribir. Habría sido impensable salir a protestar por tus derechos educativos, ni siquiera podías desafiar a un profe aunque tuvieses toda la razón. Hoy día hasta los asesinan porque los miraron feo. No había CATV, tenías que conformarte con los cuatro canales que había... por suerte tampoco había people meter así que la programación era bastante más decente que la actual. Tenía un televisor B/N en mi habitación y soñaba con uno en colores. También soñaba con un Betamax, y en mis sueños más superiores, con una videocámara. Tomaba fotos con una máquina formato 110 (porque una SLR era inalcanzable), pensando en cuánta plata necesitaría para pagar el revelado. Podía sintonizar varias radios y escuchar la buena música de los '80... ahora con suerte en dos radios puedes oír esas melodías. Si uno quería tener determinada canción tenía que comprar el vinilo o la cassette... si es que estaba a la venta. Uno sabía que las cassettes pirateadas se oían mal pero igual era mejor a no tener nada...

En esa época había delincuencia por cierto, pero no a los niveles de hoy... no tenías que vivir enrejado y con alarmas como ahora... donde ahora hay edificios había casas, no había que salir de la ciudad para encontrar áreas verdes y naturaleza. En primavera y verano se veían por el jardín lagartijas y libélulas, hoy desaparecidas por completo.
Hace veinte años el mundo era más humano, menos superficial, menos desquiciado... Hoy si no tienes el celular top o una digicam, estás out. Si necesitas auxilio médico y no tienes plata, te vas cortado no más. Si a una persona la dejan sin Internet o celular se desespera como si hubiese quedado sin agua o comida.

Veinte años de cambios positivos y negativos.
Me pregunto qué pasará en veinte años más. Aunque la verdad, preferiría no saberlo.

miércoles, agosto 02, 2006

Estropajo humano

Aunque últimamente casi no veo tele, anoche encendí un rato el receptor, me paseé por los canales nacionales y me detuve en el programa de Mega ("Cara y sello"), donde apareció Pilar Cox compartiendo con unos vagabundos que estaban atados a las cadenas de un vicio que antes vivió en carne propia la animadora: el alcoholismo.
En particular me impresionó ver a una mujer convertida en un estropajo humano, fétida y enferma, consumida a tal punto, que se negaba a ver a sus hijos o recibir ayuda ofrecida por una amiga de ella (una persona normal) sólo porque ésta (obviamente) no le ofrecía copete. En su mente enferma, solamente desfilaban imágenes de elementos cilíndricos de vidrio, llenas con un contenido espirituoso que hacen olvidar el frío, la miseria, el abandono, o la suciedad.
Fuerte programa sin duda.

lunes, julio 31, 2006

Necesidades creadas

Viendo en Teletrece una noticia sobre robo reiterado de cables en ciertos sectores de la ciudad (lectores de mis crónicas han vivido en carne propia el problema), una mujer afectada decía al periodista con cierta desesperacion: "me tienen que venir a reponer el servicio de inmediato porque yo NO puedo estar sin Internet, mi hija (colegiala) lo necesita".
A ver señora.... ¿No puede estar sin Internet porque su hija lo necesita? ¿Y para qué lo necesita? ¿Para chaetar?
Naturalmente, si uno tiene banda ancha y deja de tener el servicio por un par de días, es una molestia... pero no para aparecer en la tele exigiendo de esa forma... ¿Está chata que le roben los cables? Yo también (a pesar que no me afecta), pero no es tema que pueda manejar Ud. o yo (que el sistema judicial sea como forro es otro cuento). Si yo fuera Timofónica, ni me molesto en reponer cables... no cubro ese sector por razones de seguridad y punto. Mejor cámbiese a Internet inalámbrico y cierre el pico... Yo no tengo banda ancha en la casa y aunque me gustaría tener, no me quejo... debe ser porque aprendí a no crearme más necesidades de las que realmente importan. A Ud. señora, también le haría bien aprender aquello, sería menos esclava del sistema.
Cuando le roben el medidor del agua y la dejen sin el vital elemento, entonces quéjese...

lunes, julio 10, 2006

¡Patinando!

Hay muchas cosas en la vida que uno nunca alcanza a hacer (ya sea por falta de condiciones, de dinero, o simplemente por dejación). Algunas más importantes que otras.
Ayer tuve la ocasión de realizar una de esas cosas: patinar en hielo.
A decir verdad, jamás en mi vida me había puesto un par de patines (ni siquiera con ruedas), de modo que mi primer temor fue cómo mantener el equilibrio de pie con los patines puestos. Afortunadamente no tuve problemas pues las cuchillas no se resbalan en un piso "normal". Sin embargo, al entrar a la cancha, el roce entre cuchillas y hielo desapareció, y me vi obligado a tomarme con una mano de las barandas. Ahora sí corría riesgo de caerme si no me iba con cuidado.
Durante los primeros minutos me concentré en tratar de avanzar, al comienzo creí que no sería capaz de dejar de tomarme de la barra; pero a medida que lograba equilibrarme, comencé a alejarme del borde y desplazarme hacia los sectores centrales de la cancha. Debo haber hecho grandes esfuerzos porque sudé la gota gorda. Hacia el final de la hora que estuve en la pista, puedo decir que logré patinar, y con cero caídas.
Una bonita experiencia, que me gustó tanto que tengo ganas de repetir, ojalá en un futuro próximo, para tomar fotos (no quise llevar cámara esta primera vez por el temor a caerme).

martes, julio 04, 2006

Diagnóstico a la radio AM

Siempre he pensado que la radiodifusión en amplitud modulada (en Santiago al menos) está muy mal aprovechada. Algunos síntomas:

  1. Presencia de radios evangélicas (y en gran cantidad).
  2. Frecuencias asignadas a radios duplicadas (Agricultura, ex-Chilena, USACH, etc.)
  3. Mala programación en general.
Creo que hace falta urgentemente una limpieza general. No puede ser que en la noche, casi toda la mitad del dial esté infestada de radios evangélicas. Si hay dueños de emisoras que no tienen nada mejor que arrendar por dos pesos el tiempo radial a predicadores, entonces el MITT debería reconsiderar el otorgamiento de esas consesiones, y entregarlas a particulares que tengan un real proyecto de emisora radial. Lo mismo para las emisoras con presencia en ambas bandas: o se queda en AM o en FM, pero no ambas.
La banda AM, a pesar de verse afectada por ruidos e interferencias y de no permitir la emisión de audio en alta calidad, acoge perfectamente una emisora cuyo objetivo sean transmisiones de programas hablados. Además, tiene una gran ventaja sobre la FM: cubre grandes distancias, incluso fuera del país. Con un receptor decente, en la noche es posible escuchar varias emisoras de la Argentina.

Qué agradable sería encender el receptor y poder sintonizar emisiones con buenos programas de conversación, noticias, o música. Y pensar que perfectamente se podría hacer realidad.

jueves, junio 22, 2006

Solsticios

Ayer fue el Solsticio de Invierno. El día más corto del año. Y la noche más larga. Y por cierto, bastante fría.
Recuerdo que cuando niño entendía que la inclinación del eje terrestre producía las estaciones del año, pero no lograba entender por qué las estaciones iban cambiando entre hemisferios a medida que pasaba el año. Claro, en ese entonces no sabía nada de sistemas de referencia inerciales y creía que la Tierra "apuntaba" siempre hacia el Sol. Ahora, viendo estas imágenes, es posible apreciar por qué en esta época del año, California (incluso Alaska) amanecen casi a la par con nuestro país, y cuando oscurece en Europa, acá también ya está cayendo la noche.
En cambio, en el Solsticio de Verano, la cosa está mejor: amanece en Chile cuando todavía está oscuro en la costa este de USA, y se apaga el día casi al mismo tiempo que en California. Y por cierto, la temperatura es mucho más agradable... Aunque recién comienza el invierno, el consuelo consiste en saber que desde hoy el "embudo" de luz empieza a enancharse para este lado del mundo...

miércoles, junio 21, 2006

Cosas que valen la pena

Hay cosas que son sencillas de aprender y resultan ser más útiles de lo que la gente cree. Una de ellas es la dactilografía. Ahora que los computadores están presentes en todos lados, y todo el mundo tiene que usar teclados, saber teclear resulta muy conveniente, aunque hay gente que no lo considera así, porque tiene metida en la cabeza algunos mitos que es conveniente desterrar.
Mito #1: "Hay que hacer cursos para aprender a teclear con todos los dedos".
FALSO. Yo aprendí solo a dactilografiar, y en poco tiempo. Y es como aprender a manejar una bicicleta: no se olvida nunca, porque es una actividad mecánica (no hay que pensar cómo teclear, simplemente se teclea).
Mito #2: "No vale la pena aprender a dactilografiar, yo escribo rápido con dos dedos".
FALSO. Si bien es cierto hay gente que teclea rápido con dos dedos, siempre será más lento que escribir con nueve (sí... hay un dedo que no se usa en el dactilografiado correcto, adivine cuál...). Pero además, la gran ventaja consiste en que se vuelve innecesario mirar el teclado al escribir, evitando alternar la vista entre teclado y la pantalla (causa de muchos dolores de cabeza debido al cambio contínuo de enfoque).

Cosas que valen la pena...

viernes, junio 16, 2006

Doctor Chapatín

Algo que me emputece grandemente es ser atendido por un médico soberbio. Ayer fue el caso, cuando tenía hora para visitar a un tal doctor Ramírez. Pedí hora a las 13:15, para evitar solicitar permisos en la pega. Sabía que me iba a quedar sin almorzar, pero igual tendría alguna gota de tiempo para comer un sandwich o algo así. Eso pensaba yo... asumiendo que el tal doctor Ramírez atendería a la hora señalada. Pero no fue así. Vino a atenderme a las13:50, cuando yo ya estaba a punto de reventar. (No estoy en un consultorio... este es un centro médico privado --rasca, pero pagado.) Al entrar a su oficina, me encontré con un individuo de edad avanzada, de bigote y cabellos canos, muy similar al doctor Chapatín. Incluso me puse a escudriñar con la mirada la habitación por si encontraba una bolsa de papel. En vez de disculparse por atender con tanto atraso, el doctor Chapatín preguntó lo justo y necesario y se mostró casi todo el tiempo bastante inmutable.
Hay muchos médicos que actúan así: creen que por el hecho de atender tu salud y decirte lo que tienes que hacer en esa materia, están sobre ti y por tanto pueden darse la licencia de abusar.
Lamentablemente, en ese centro médico (Consalud), los médicos soberbios no son pocos... a mí ya me ha tocado comprobarlo antes y ahora.

lunes, junio 05, 2006

Esto es lo que nos espera con la bacheleta

Hoy en la TV local veo indignado a encapuchados tomándose las calles y rompiendo todo lo que encuentran a su paso, y los pacos dejando hacer... claro, si el gobierno en vez de actuar como debe, se limita a destituir a jefes policiales porque a una niña la agarraron del cabello o porque a otro le dieron un codazo. ¿Cuál es el mensaje? Que salgan a la calle y hagan tira y saqueen lo que quieran, total, para eso estamos en "democracia", y el gobierno cobra impuestos y además hay más plata del cobre con la cual se puede reponer lo destruido para que luego lo vuelvan a hacer tira. (Y ni hablar de los destrozos a nivel privado, el que caga, caga.)
Yo ya me temía que el gobierno bacheleto iba a ser un desastre, pero no pensé que habría que esperar menos de tres meses para verlo.

jueves, mayo 25, 2006

Tomando el Metro

El otro día, al salir del trabajo, hice un cambio en mi rutina de regreso a casa y tomé el Metro. Este medio de transporte no me sirve en la práctica porque la estación más cercana a mi casa debe estar a unas 12 cuadras por lo menos, aparte que el boleto es bastante más caro que uno de bus. Pero andaba con ganas de romper la rutina, y de conocer la línea cuatro. Además quería saber cuánto tiempo me tomaba en esta ruta, ya que es bueno tenerlo presente en caso que un día no pueda tomar el bus por cualquier razón.
Me gustó la nueva línea, los vagones son bastante suaves para ser tren convencional (sin ruedas neumáticas). Pero por sobre todo, rápido: unos 20 min desde que salí de la oficina hasta llegar a la estación, más diez min para pasar a comprar una bebida al Líder. Las 12 cuadras las cubrí en unos 30 min a paso constante. Conclusión: me tardo lo mismo en bus caminando cuatro cuadras que en metro caminando doce.
Si el Metro estuviese combinado con los buses, podría hacer entre 30 a 40 min desde la oficina a la casa con cuatro cuadras a pie. Sería estupendo. Esa es la promesa del Transantiago, que dudo se concrete.

lunes, mayo 22, 2006

De vuelta a Starbucks

Starbucks Coffee. Mi lugar predilecto para pasar un buen momento, con amigos/as y disfrutando el aroma y sabor del mejor café.
Hace tiempo que no iba al Star y lo echaba de menos... el grato ambiente, el mullido sofá, la música agradable, y la cordial atención de las baristas... también echaba de menos con quién ir, porque alguien que no es cafetero no se siente en plenitud allí... En fin, siempre pensaba en cuándo iría pero sin concretar nada, hasta que finalmente fijé una fecha y llegó el gran día, el sábado recién pasado.
El local de Isidora está igual, aunque algo me llamó la atención: el diseño de los saquitos de café ha cambiado. Ahora son blancos, aunque con las mismas estampillas identificatorias y el logotipo Star. Esta vez me aprovisioné de un buen Espresso Roast para mi cafetera de casa.
Al principio el local no estaba muy lleno, aunque el día era feo y frío. Pero al poco rato comenzó a llegar una verdadera invasión oriental: un grupo de jóvenes de razgos asiáticos que poco a poco llenaron el segundo piso.
Durante el apogeo de esta invasión, aparecieron dos baristas y en medio del grupo, comenzaron a dar una pequeña clase sobre los tipos de café, mientras servían unas muestras de los mismos.
Una de las baristas comenzó a explicar al público las bondades de la prensa, cómo preparar en forma correcta el café y cómo servirlo.
Fue tan grato el ambiente que la hora se pasó volando, más rápido de lo que imaginaba. Creo que ya sé dónde voy a celebrar mi cumpleaños. ¿Adivina Ud?
Una tarde muy agradable, como siempre en el Star. Un paseo que hay que repetir, esta vez sin dejar pasar tanto tiempo.

viernes, mayo 19, 2006

Muestras de la degradación social

A veces me pongo a pensar en el proceso de degradación que experimenta nuestra sociedad. Un buen ejemplo es la televisión. Antes, a la hora de almuerzo, se podía sintonizar el programa Almorzando en el 13, y escuchar una interesante conversación (no la confrontación del programa actual El Termómetro), con médicos, analistas políticos, empresarios, profesores, ingenieros, etc., dirigida por periodistas como Hernán Olguín, Marina de Navasal, etc. Hoy, a la misma hora, nos encontramos con programas de farándula conducidos por individuos de escasa o nula capacidad para pensar y hablar correctamente sobre algún tema, carentes de un mínimo nivel cultural, y con un lenguaje y dicción espantosos --un arquetipo actual es el tal Felipe Avello.
Hay gente que me dice que esto es una consecuencia lógica de la masificación de la tele. No estoy de acuerdo. Que un medio llegue a más gente, o a gente de estratos más bajos, no tiene por qué implicar una baja en la calidad de lo que transmite.
En fin, habrá que atrincherarse en lo bueno que ofrece la CATV, y el resto del tiempo, apagar la tele y redescubrir otros entretenimientos, quizá más provechosos que la caja mágica.

miércoles, mayo 17, 2006

Si yo tuviera el poder...

Hoy me subí al bus articulado que me trae a la pega, y veo con horror los vidrios de la parte trasera, totalmente rayados con elementos cortantes. Es irritante pensar que los servicios públicos están deteriorados o incluso destruidos por culpa de unos pocos vagos antisociales. Los culpables quedan generalmente impunes, y si es que caen en cana por alguna otra fechoría, vuelven a la calle muy fácilmente, para volver a destruir y seguir cometiendo delitos.
¿Cuál sería mi solución para eliminar a todos estos elementos indesables de la sociedad? Muy simple:
Primero, tomar preso a todo el que sea sorprendido destruyendo propiedad pública, haciendo graffitis, etc. Segundo, formalizarle cargos por atentado a la propiedad pública, y la sanción, mínimo cinco años efectivos de trabajos forzados (nada de cárcel donde no hacen nada), donde sirva como mano de obra para construir caminos, limpiar calles, limpiar alcantarillado, etc., hasta que pague monetariamente (con su trabajo a precio de costo) los daños causados, más una cuota de reparación. Si tiene que estar 40 años trabajando para pagar lo que dañó, 40 años se queda trabajando. Mano dura total.

martes, mayo 16, 2006

James Bond


Aunque no soy tevito, me gusta ver el canal TCM porque siempre emite películas clásicas. Ayer por ejemplo, dos películas al hilo de James Bond (aunque sólo alcancé a ver la segunda, y no completa: Al servicio secreto de Su Majestad, con George Lazenby --en la foto-- como Bond).
Mi interés en James Bond nace en la universidad, cuando el plan de estudios obligaba a los futuros ingenieros a inscribirse en tres cursos de tipo humanista, y el primero que cursé fue literatura, con el tema "Proceso a James Bond", dictado por el simpático profe Felipe Alliende. Leí algunas de las novelas de Fleming (que encontré entretenidas), pero tuve cierta decepción porque no podía ver las películas de Bond, pues en ese tiempo no tenía VCR y en el cine ya se había estrenado la primera película de Bond con Timothy Dalton.
Tuve que esperar al año siguiente, cuando TVN emitió las primeras películas Bond: Dr. No, De Rusia con amor, Goldfinger, y Thunderball (aka Operación Trueno). Posteriormente, disponiendo de VCR, arrendé películas Bond donde trabajaba Roger Moore. Pero no me gustaron tanto. Sin embargo, faltaba ver una película Bond con el actor menos recordado que había interpretado al agente: George Lazenby. Se decía que Al servicio secreto de Su Majestad había sido la película más floja de la serie. No estaba disponible en las tiendas de video y nadie sabía nada de esta película. Todo un misterio. Pasaron los años, hasta que el canal MGM la emitió por allá por 2001 y pude salir de la duda. No me pareció tan floja como se decía, sino que diferente. Espero poder armar mi colección de las películas Bond, ya que la colección de las novelas no la pude armar nunca (es bastante difícil conseguir los libros en Chile).

jueves, mayo 11, 2006

Minidisc: uno de mis hobbies.

La primera vez que leí acerca de Minidisc fue en un artículo de novedades de una revista, a fines de 1991. Se anunciaba como una especie de disco compacto miniatura regrabable, aunque con una calidad de sonido inferior. Por esta última razón, quizá no me llamó particularmente la atención (era simplemente una novedad más, como el teléfono que cambiaba la voz, los dulces con imágenes en 3-D, o la bicicleta con ruedas sin ejes). Pasaron los años, y cuando conocí a mi amigo Rodrigo aka Drupi, tuve la ocasión por vez primera, de manipular y escuchar un minidisco. Recuerdo haber sido un poco escéptico con la audición (el antecedente de la "inferior calidad" seguía dándome vueltas), pero la calidad y las ventajas que pude apreciar del sistema me hicieron pensar que valdría la pena tenerlo. Hasta que llegó el momento en que pude comprar mi primera máquina grabadora portátil. Después, un micrófono estéreo, con el cual grabé interpretaciones musicales en vivo (con estupendos resultados). Mi entusiasmo fue creciendo, al punto que creé una página web (todavía funciona) en español sobre Minidisc. (Única, porque la web que había hecho Drupi sobre el tema estaba descontinuada.) Me transformé en experto del tema. Y dejé de usar definitivamente las cassettes compactas.
Aunque cada cierto tiempo reflotan rumores sobre la desaparición del Minidisc, la verdad es que sigue muy vigente. Porque aunque no sea popular como los reproductores del infame mp3, quienes sabemos del tema, tenemos claro que Minidisc es la mejor alternativa actualmente disponible para grabar audio digital con alta calidad, en forma simple, y con bajo costo de medio.

miércoles, mayo 10, 2006

Ritmo fatal

El acelerado ritmo de vida --demencial a mi juicio-- que vive la gente actualmente, poco a poco nos está enfermando, y lo peor de todo, es que no es mucho lo que se puede hacer para revertirlo. Todo el mundo anda apurado, pasando por encima de los demás, y con niveles de agresividad alarmantes. Las exigencias laborales, las aglomeraciones de gente, y la congestión vehicular que transforma un viaje de media hora en una hora y media, en medio de embotellamientos y bocinazos, nos lleva a un estado de stress que nos tiene enfermos. (Y eso sin mencionar la contaminación del aire, que nos obliga a respirar mugre todos los días casi todo el año, a vista y paciencia del gobierno que, lejos de encarar el problema y adoptar soluciones definitivas, parece actuar sólo como un mero espectador de los acontecimientos.)
¿Qué hacer ante tan siniestro panorama? Por de pronto, desconectarse una vez a salvo en casa. Un momento de relajación, puede ayudar a botar parte del stress acumulado durante el día. Y por supuesto, no abandonar los hobbies, que resultan ser una buena terapia.

martes, mayo 09, 2006

Grabando para la posteridad

La primera vez que grabé programas radiales (no música) para conservarlos pensando en volver a escucharlos en el futuro, fue en 1983. En ese año, un día grabé la publicidad que emitía radio Concierto (la auténtica, no la que se llama así ahora), una de las radios que yo sintonizaba en ese entonces. Sin embargo, dado que en ese tiempo no podía darme el lujo de tener muchos cassettes, para seguir grabando música tuve que hacer lo inevitable: grabar encima de grabaciones anteriores. Ahora me arrepiento de haber borrado esa grabación. Habría formado parte de mi historia, así como lo son las fotografías. En general la gente asocia recuerdos personales solamente con fotografías; nunca con sonidos... a (casi) nadie se le ocurre grabarse a sí mismo, o a su familia, amigos, parece una tontería.. pero si yo te ofreciera una cassette con la voz grabada hace 20 años de ti, o de tus padres, abuelos, amigos, gente que conociste en tu vida y quizá ya no está, ¿cuánto pagarías por esa cinta? Invaluable, ¿verdad?

lunes, mayo 08, 2006

Manic monday

Odio el día lunes... como todo el mundo, supongo. Una nueva semana de pega, y atrás quedó un fin de semana que siempre se hace poco. Ya el domingo en la tarde me sobreviene la depre pre-lunes. Por esto me encanta cuando hay día lunes feriado (como la semana pasada); es como un respiro en medio de la rutina semanal.
Esta semana no hubo feriado... entonces para amenizar el duro comienzo de día y de semana, qué mejor que un buen café del Donkin'...

viernes, mayo 05, 2006

El maestro Tapia

Cuando en mi casa había que realizar algún trabajo de reparaciones (techumbres, cañerías, etc.) o mejoras, llamaban al maestro Tapia. Mario Tapia es un tipo que actualmente debe rondar los 60 años o tal vez un poco más, flaco y relativamente alto, de apariencia casi idéntica a don Chuma. Lo conocimos hace muchos años, cuando al frente no había casa y él cuidaba el sitio, junto a su señora, doña Ena, y sus hijas, en ese tiempo unas niñas pequeñas. En aquel entonces no era raro verlo viajar en su bicicleta Cic, y en el trabajo, bien acompañado junto a Johnnie, su pastór alemán que llegó inesperadamente a sus manos el 11 de septiembre de 1973, y años más tarde, murió envenenado en circunstancias nunca alcaradas.
Tapia aprendió el oficio de albañil observando cómo trabajaba su jefe (un albañil), y desde entonces se gana la vida haciendo los típicos trabajos de mantención que siempre hay que hacer en una casa. Tapia y su familia siempre se caracterizaron por ser gente honrada y respetuosa, razón por la cual eran frecuentemente solicitados en el vecindario (Mario trabajando en construcción, y doña Ena cuidando adultos mayores).
Tapia en su juventud fue alcohólico, hasta que sufrió un colapso y el médico lo asustó de tal manera que no volvió a tomar una botella en su vida. Pero entonces lo agarró el vicio del cigarrillo, y fumaba como chimenea, encendiendo un cigarrillo tras otro, y abriendo una cajetilla tras otra, aún si estaba parado en un andamio, con una mano se sostenía y con la otra tomaba el pucho. Recuerdo perfectamente cuando era niño y Tapia cerró un balcón en mi casa, de haber visto el suelo totalmente cubierto por cajetillas vacías de cigarrillos Hilton (su marca favorita). Él siguió fumando hasta que le sobrevino otro colapso y no fumó más. Entonces adoptó la costumbre de masticar chicle. Ignoro si todavía la mantiene.
Como Tapia carecía de conocimientos teóricos, aprendió su oficio exclusivamente por el método de ensayo y error. Tenía iniciativa e inventaba soluciones, pero cometía numerosas chambonadas. Nosotros lo sabíamos, pero también sabíamos que cualquier otro maestro chasquilla sería igual o más chambón, y con la desventaja de no conocerlo.
Tapia gustaba de comprar y leer el diario (LUN), y de conversar cuando lo observábamos trabajar. En una ocasión, las últimas veces que lo contratamos, nos contó cómo conseguía disminuir el consumo eléctrico de los refrigeradores del negocio de su hija y yerno, desconectando el medidor de la luz durante algunos días y reconectándolo cuando se acercaba el día que pasaba la persona que lee los medidores. Él justificaba esta acción diciendo que la "compañía eléctrica tiene mucha plata", de modo que era tolerable un robo pequeño.
Finalmente dejamos de contratar sus servicios ya que había aumentado considerablemente sus honorarios y seguía cometiendo chambonadas.
Me pregunto qué será del maestro Tapia. Quizá todavía siga desconectando medidores...

miércoles, mayo 03, 2006

Primeras letras de mi manual

Finalmente, después de algunos intentos fallidos, me lancé a redactar mi manual para crear buenos videos, basado en información que he podido encontrar en la Internet, y en mi propia experiencia como fotógrafo y camarógrafo. Hace tiempo que acariciaba la idea de escribir un pequeño artículo orientado a la persona que compra una videocámara y desea grabar videos que tengan algún atractivo. Videos malos hay por todos lados. Igual que fotos malas: con la masificación de las cámaras fotográficas digitales, la gente toma y toma fotos sin preocuparse por su calidad; después de todo, el que toma las fotos ahora no es fotógrafo como antes...
La razón principal para decidirme a empezar a escribir es la necesidad de preparar a un candidato que se haría cargo de las videograbaciones en Imagen Selecta. Cuando lo entrevisté, me pareció un buen chato con ganas y disposición a aprender, aunque su experiencia tras la cámara es limitada: sólo ha manejado cámaras para grabar castings, lo cual implica que no tiene experiencia en grabaciones "a pulso" (todo un desafío)... tampoco parece tener algunos conocimientos teóricos (regla de los tercios, papel que juega la luz, distancias focales, etc.), de modo que necesitará algunos apuntes que serán ni más ni menos que las hojas de mi futuro manual. En fin, ya veremos qué ocurre. Si sus ganas y disposición son reales, puedo lograr traspasar mis conocimientos y experiencia para conseguir objetivos concretos. No es malo...

martes, mayo 02, 2006

Feng Shui

El domingo pasado fueron a mi casa para aplicar el Feng Shui. Yo no lo pedí (los temas esotéricos no me interesan), pero quien hace esto dijo que me servirá para armonizar mi vida en general, y mejorar mi suerte "laboral" en particular. Decidí aceptar. Los cambios en mi dormitorio y la habitación del PC no fueron muchos ni muy dramáticos. Básicamente, se cambiaron de posición algunos objetos y se agregaron otros, como unas pequeñas plantas (incluyendo un lucky bamboo, una especie de palo de agua que sólo se alimenta de agua, sin tierra), piedras de cuarzo, algunas fotos, y un par de lámparas adicionales para iluminar dos rincones (donde aproveché de instalar mis flamantes ampolletas económicas de 5 W). Independientemente de que estos cambios traigan o no los efectos deseados, sí se puede decir que es más agradable un ambiente donde hay pequeños elementos de vegetación y una iluminación diáfana que crea una atmósfera relajante.

jueves, abril 27, 2006

¿Dónde tiro mis pilas ahora?

Anoche me deprimí cuando vi en TV la noticia sobre el fracaso de los contenedores para desechar pilas agotadas. ¡Qué pena! Desde siempre he tenido conciencia del daño que producen estos elementos si se vierten en la basura. Pero, ¿qué hacer? Somos dependientes de las pilas, no podemos dejar de comprarlas. Por eso, cuando la Municipalidad de Santiago instaló en 2001 los contenedores para tirar pilas, me pareció tan buena noticia, que yo juntaba mis pilas gastadas y cuando tenía que viajar al centro, las tiraba en el contenedor. Incluso lo comentaba con mis amigos y conocidos para incentivarlos a hacer lo mismo. Sin embargo, cuando supe que la empresa encargada de recolectar las pilas no las reciclaba (sólo las trataba para luego botarlas en un relleno sanitario) me pareció una burla (aunque claro, antes era peor: no se hacía nada). Por una parte el país se codea con países desarrollados en los tratados de libre comercio, pero por otra es incapaz de adoptar una política clara respecto a la conservación del medio ambiente como sí la tienen esos países, incluyendo el tratamiento de estos verdaderos desechos químicos domésticos.

viernes, abril 21, 2006

Mendigando

Cuando camino todos los días al trabajo, siempre veo dos personajes que son parte habitual del paisaje urbano. Son dos mendigos. Uno de ellos es un colorín, joven, que se sienta en el suelo o se queda de pie, pero no suplica monedas ni usa carteles. No es raro verlo leyendo el diario o tomando un buen desayuno, con la mirada perdida en el tráfico vehicular. Al principio no entendía por qué este hombre estaba en la calle, hasta que vi como le venían crisis epilépticas (paradojalmente, se instala al lado de una farmacia). Claro, aparte de indigente, quizá nadie debe darle trabajo por su problema de salud. El otro mendigo es un ciego, que se sienta en una silla y toca melodías desafinadas en una flauta de plástico, la cual debe golpear cada tres segundos para destaparla y seguir tocándola. Este sí exhibe cartel de ayuda, y en los días soleados usa una camisa con un colgador de ropa adentro, donde mete la varilla de una sombrilla para protegerse del sol.
A veces me pregunto si estos personajes están donde están porque son la escoria de la sociedad, o simplemente porque están haciendo un buen negocio... money for nothing. En una próxima crónica hablaré del mendigo famoso que se arrastraba por el suelo para pedir dinero, pero en su casa tenía lujos como un bar personal.

miércoles, abril 19, 2006

Un buen café

Me gusta tomar café. Pero no simplemente para pasar el frío, o por costumbre social, o para manternerme despierto. Yo voy más allá, me gusta saborear un buen café, junto a un amigo, a una amiga, un colega, etc. (alguna persona que también guste del buen café), sentados en un sitio agradable y alimentando una buena conversación. Y si lo acompañamos con un chololatito bitter de cortesía, tanto mejor. Es un gusto que me doy, y mi día cambia después de un buen café. Me siento bien.
Pero ¿qué es un buen café? Es un café de grano, naturalmente. Pero bien preparado. Un express o un capuchino, pero bien hecho.
Hay gente que no entiende por qué en casa, me doy el trabajo de preparar un buen café, desde la molienda del grano hasta el vertido en la taza. Todo un ceremonial. "Es parte del encanto", les digo yo. Algo que cuesta entender a quien se contenta con un Nescafé (o peor todavía, con un sucedáneo como Dolca o Coronado). El que es cafetero como yo, no necesita escuchar mayores explicaciones: conoce el encanto del buen café, y lo disfruta.

martes, abril 18, 2006

Zacarach

Ayer el noticiero en la TV parte con la imagen de un pedófilo (Rafael Maureira, aka "Zacarach") que apenas fue dejado en libertad por la justicia, es golpeado por las madres y familiares de los niños que fueron sus víctimas.
Me quedé pensando en la historia de este individuo... pedófilo que se vuelve transportista escolar para estar cerca de los chicos, ganar su confianza y abusar a diestra y siniestra de ellos. Y por si fuera poco, lucrar con esos abusos. A vista y paciencia de todo el mundo. Porque no fue la policía sino una reportera de UCTV quien le siguió los pasos, desde sus avisos en la Internet hasta la casa donde realizaba sus fechorías. Y después de casi cuatro años, la justicia no es capaz de juzgarlo, a pesar que el caso es bastante sencillo (hay montañas de evidencia y sin atenuantes). Indigna, sin duda. Porque en otras latitudes, el juicio es muy simple y el castigo para el pedófilo es simplemente terrible: morir empalado. Y aunque aquí sólo tuvo que enfrentar la cárcel durante estos años, ni siquiera estuvo expuesto a la condena que los propios reos efectúan sobre los violadores: ser violado. En suma, la sacó barata, y con palito "siga participando" cortesía del Poder Judicial...
De modo que si Ud. tiene niños, preocúpese. Ese transportista escolar, manicero, payaso, doctor, maestro, auxiliar, aseador, etc., que Ud. ve pasar... podría ser Zacarach.

miércoles, abril 12, 2006

Parásitos en la pega

Los empleos estatales son los mejores caldos de cultivo de parásitos con forma humana. Recuerdo perfectamente cuando realicé trabajos en una entidad estatal, y a mi lado "trabajaba" una periodista (al menos eso decía ser), que la mayor parte del tiempo no estaba en su puesto (¿tal vez andaba reporteando?), y cuando estaba, nunca la vi realizando alguna labor catalogable como pega. A decir verdad, nunca supe qué servicios prestaba esa persona en esa oficina. Menos si esos servicios concordaban con el sueldo que recibía. De seguro que no. A fin de mes, llegaría a sus manos un jugoso chocoso y vendrían treinta días más de deliciosas mamadas a la teta fiscal.
Ejemplos como ese hay para regodearse. (Para qué mencionamos los puestos tomados mediante maniobras políticas, por ejemplo. Platita no poca y segura, por mucho tiempo, y después de unos años, unos exquisitos bonos por haber metido las patas y las manos, o en el mejor caso, por no haber hecho nada.)
En una próxima crónica, me referiré a los parásitos en el mundo privado. (Sí, existen. Y son más inteligentes.)

martes, abril 11, 2006

Cortes

Esa frase que dice "las cosas no se aprecian hasta que se pierden" es muy cierta... uno de los mayores dramas que recuerdo fue un invierno con temporales que provocaron problemas en EMOS (actualmente Aguas Andinas) y vino el corte de agua en gran parte de la ciudad por tres días... parece poco tiempo, pero bastó apenas un día para que los transtornos generados sobre algo tan habitual, como el aseo personal, me pusieran en un estado de irritación permanente. Entonces pensé que estamos tan acostumbrados a que abriendo una llave tenemos toda el agua que queremos, que no tomamos conciencia de su importancia... hasta que se acaba.
Los cortes de energía también nos transtornan la vida porque actualmente todo es eléctrico... Sin embargo, prefiero estar sin energía que sin agua. Sin luz se puede vivir (en condiciones precarias, pero se puede). Sin agua, simplemente no se puede. Ya viví esa situación y no me agradaría volver a vivirla. Por otra parte, los cortes de luz tienen para mí cierto atractivo extraño (al igual que los temblores), porque estando en casa, llegaba el momento de activar mi elemento predilecto: la radio a pilas, y escuchar cómo los periodistas comenzaban a movilizarse para averiguar qué había ocurrido, las zonas afectadas, etc...
Sin embargo, en una ocasión, el corte de luz me pilló en la calle, caminando de regreso a casa, un día de invierno y ya de noche. Todavía recuerdo como de pronto, todo se volvió negro. Tuve que detenerme. Sólo se veían las luces de los autos. No podía ver dónde estaba pisando. Pero no me podía quedar allí. Aunque sólo faltaba una cuadra para llegar a casa, fue la cuadra más larga que me ha tocado recorrer. Y al llegar, antes de entrar, dirigí mi vista hacia arriba, y pude contemplar un panorama que actualmente es un privilegio ver (en la ciudad): el cielo totalmente estrellado.

lunes, abril 10, 2006

La ocasión perdida de 1988

Recuerdo en 1988 cuando quise ir a la Feria del Hogar (que se presentaba en el recinto de la FISA --que tiempos aquellos), y por alguna razón (que no recuerdo, seguramente un trabajo escolar por preparar o algo por el estilo), no pude ir, pero fueron mi madre y mi tío. Después supe que él había encontrado en la Feria una lámpara de emergencia, pequeña, sencilla, bonita, y a un buen precio, y desde entonces siempre me arrepentí de no haber ido y haberme traído una para mí. En esos años, los cortes de energía eran eventos seguros cuando habían "protestas" y cada vez que encendía velas, me acordaba de la dichosa lámpara.
Años después, los cortes de luz eran escasos y el tema lámpara ya no era tan importante, aunque jamás olvidé la "ocasión perdida de 1988". Si bien es cierto en más de una ocasión vi lámparas de emergencia en vitrinas, no era un gasto que "valiera la pena".
El fin de semana pasado fui a Sodimac Homecenter a ver unas persianas, pero en vista que no encontré lo que necesitaba, me di una vuelta por los pasillos y veo una lámpara de emergencia no muy pequeña pero sencilla, bonita, y a un buen precio. No lo pensé dos veces y saldé una deuda conmigo mismo de 18 años. Ahora puedo deshacerme de la vela que guardé tantos años para alumbrar mi habitación.

Música, amistad y... algo más

Gracias a nuestros gustos comunes por coleccionar música, nos conocimos con el Hombre del cintillo por allá por 1997... una historia que ya tendré ocasión de contar, quizá él también narre su versión en algún momento.
La necesidad de ampliar las colecciones dio como resultado conocer a otras personas con quienes también entablamos relaciones, aunque en mi caso, bastante más débiles. Así nacieron las Convenciones CBS, magnos eventos destinados a intercambiar nuestros materiales musicales, pero también para compartir, pasar un buen rato, etc... al menos eso pensaba yo... hasta que agotamos el material de intercambio. Entonces me di cuenta que ya no había interés por parte de los demás de volver a juntarse (salvo el Hombre del cintillo, que nunca decía que no a una convención o miniconvención). A pesar que traté de hacer mis mejores esfuerzos por mantener vivo un club de Tobi, la pasividad de los demás, que tomó otro color cuando un integrante de apellido italiano me acusó injustamente de ladrón (después de haber puesto desinteresadamente a disposición de todos la compra de discos en el extranjero), y cuando otro integrante de dudosa reputación simplemente se dedicó a insultarme porque un día no llevé la carátula de un disco (mío por cierto), terminaron por liquidar un lindo proyecto que podría haber durado mucho más. Al final resultó bastante odioso haber tomado el papel de conductor del grupo, porque ¿qué gané con ello? La enemistad de dos personas y la pasividad de las otras tres, porque aprovecho de decirlo y hacer una crítica: me dolió no haber sentido un apoyo de quienes --se supone-- pensaban como yo, para evitar ensuciarse con la mierda ya venteada. Quizá, no pensaban como yo, quizá también en el fondo me veían como un elemento disociador y no cohesionador. No lo sé. En ese sentido, tal vez lo mejor fue el fin. Aunque quedé como el malo de la película sin pretender serlo. Yo tengo mi conciencia tranquila a ese respecto, fui miembro de un club que prometía mucho, di lo mejor de mi, puse todo de mi parte y recibí a cambio algo que no merecía. No importa. No me arrepiento, porque si me equivoqué en algo, jamás fue en mala. No es mi estilo. Simplemente me quedo con lo bueno de esa experiencia.

miércoles, marzo 29, 2006

Delincuentes a mi lado

Ayer cuando tomé el bus articulado de regreso a casa (que, dicho sea de paso, ya le han robado los pequeños martillos para romper los vidrios en caso de emergencia), me senté en la penúltima fila, cuyos asientos están dirigidos hacia atrás. La última fila estaba desocupada. Instantes después se sentaron allí dos jóvenes de apariencia sospechosa, y de pronto uno de ellos extrajo algo que no pude indentificar bien, parecido en tamaño a una chala; lo que sí pude identificar claramente fue la marca ADIDAS, y más claramente, el tag plástico de seguridad de alguna tienda, todavía clavado en el producto. Por supuesto: eran ladrones, y a cada momento se sonreían de su fechoría. Durante gran parte del trayecto, trataron de destruir --infructuosamente-- el tag usando un llavero. Posteriormente subieron otros dos jóvenes mal agestados, de esos que se adueñan de una esquina y te lavan en forma obligada el parabrisas del auto con un líquido que da asco. Se sentaron junto a los ladrones, y viendo esta escena, le daban indicaciones de cómo destruir el tag. Todo esto me causó una impotencia de no tener cómo denunciar a aquellos antisociales, y después me quedé pensando cuántas veces esta misma escena se repite a diario en la ciudad, a vista y paciencia de todo el mundo. La delincuencia es cosa seria en nuestra sociedad, y quizá lo más triste al respecto es que jamás he visto una real preocupación por parte de las autoridades de combatir eficazmente ese flagelo. Seguramente esos indeseables hoy volvieron a la tienda, y no precisamente a comprar.

lunes, marzo 27, 2006

"No escupas contra el cielo, ni mees contra el viento..."

Soy un convencido que, así como toda buena acción hecha hacia una persona, repercute positivamente en quien la efectúa, todo lo "feo" que hagas a otro, tarde o temprano se te devolverá. Por eso no me extraña saber de alguien que durante su vida esgrimió toda clase de triquiñuelas para usurpar dinero o bienes de sus padres, hermanos, amigos, etc., y finalmente se encuentra sin un peso. O de otro que estando con pareja, no duda en abandonarla cuando encuentra otra "más linda", e inevitablemente terminará inmerso en la soledad.
Entonces, cuando escucho a alguna persona quejarse de su suerte, tal vez en parte ha sido su propia culpa y ni siquiera se ha detenido a pensarlo. Porque para algunos individuos, ser ladrón o canalla es lo más natural del mundo. Cuando veo a alguien tentado de actuar así, aún motivado por una simple vendetta, yo le digo: No escupas contra el cielo, ni mees contra el viento, porque claramente se te va a devolver. Nunca es tarde para corregir el timón, rumbo al puerto de la felicidad verdadera.

viernes, marzo 24, 2006

"Atendiendo al..."

Hoy después de almorzar me dirigí al Dunkin' Donuts a pedir uno de esos ricos expresos que son toda una delicia y me alegran el día. Sin embargo, poco a poco mi sonrisa inicial se fue transformando en un emputecimiento a punto de desbordarse: demora en atender, salto del número de atención, cajera dándome un vuelto de 340 pesos en monedas de 10, y el café que nunca lo entregaban. Entonces decidí reclamar y me encontré hablando con un jefe de local muy joven y de aspecto servicial, que aparte de disculparse, se encargó de darme una explicación tan simple como natural: el personal trabajando es insuficiente para la cantidad de público.
Entonces en un segundo recordé cuántas veces había ido a un banco, a un Servipag, al supermercado, etc., con uno o dos cajeros atendiendo público que requería diez personas... yo sé lo que es estar ahí porque también alguna vez atendí público solo cuando no debía estar solo, y no precisamente el público más o menos decente que va al Dunkin', sino que a verdaderos zoológicos humanos cuyas reacciones serían dignas de estudio por parte de algún sociólogo, y que te mantenían en una situación de tensión permanente que te podía llevar a cometer el mínimo error, suficiente para provocar el emputecimiento del tipo que tenías delante.
Qué más podía hacer... le estreché la mano y le dije que volvería otro día a tomar un rico café.

jueves, marzo 23, 2006

La verdadera cara del Transantiago

Hoy llegué atrasado al trabajo, pero no por haberme quedado dormido, sino porque simplemente el único bus que me sirve, tardó 40 minutos en pasar. ¡Qué distinto sería si el bus tuviera una hora de llegada al paradero, definida y conocida por los usuarios, y respetada por los conductores! Situaciones como esta me hacen envidiar mucho el sistema de vida de países avanzados, donde cada persona conoce y ASUME SUS RESPONSABILIDADES, cumple sus horarios, planifica sus acciones, y sabe prevenir situaciones excepcionales. Como un engranaje más de una gran maquinaria, que funciona bien porque todas sus partes funcionan en sincronía. Pero estamos en Chile, donde la Concertación volvió a meterles el dedo en la boca a los Santiaguinos con el plan Transantiago, que no ha demostrado ningún avance en materia de transporte... porque los nuevos buses siguen pasando a cualquier hora sin control, continúan subiendo vendedores ambulantes, siguen pasando dos y tres buses de la misma línea juntos, todavía persisten los antiguos buses amarillos, etc...