jueves, mayo 25, 2006

Tomando el Metro

El otro día, al salir del trabajo, hice un cambio en mi rutina de regreso a casa y tomé el Metro. Este medio de transporte no me sirve en la práctica porque la estación más cercana a mi casa debe estar a unas 12 cuadras por lo menos, aparte que el boleto es bastante más caro que uno de bus. Pero andaba con ganas de romper la rutina, y de conocer la línea cuatro. Además quería saber cuánto tiempo me tomaba en esta ruta, ya que es bueno tenerlo presente en caso que un día no pueda tomar el bus por cualquier razón.
Me gustó la nueva línea, los vagones son bastante suaves para ser tren convencional (sin ruedas neumáticas). Pero por sobre todo, rápido: unos 20 min desde que salí de la oficina hasta llegar a la estación, más diez min para pasar a comprar una bebida al Líder. Las 12 cuadras las cubrí en unos 30 min a paso constante. Conclusión: me tardo lo mismo en bus caminando cuatro cuadras que en metro caminando doce.
Si el Metro estuviese combinado con los buses, podría hacer entre 30 a 40 min desde la oficina a la casa con cuatro cuadras a pie. Sería estupendo. Esa es la promesa del Transantiago, que dudo se concrete.

lunes, mayo 22, 2006

De vuelta a Starbucks

Starbucks Coffee. Mi lugar predilecto para pasar un buen momento, con amigos/as y disfrutando el aroma y sabor del mejor café.
Hace tiempo que no iba al Star y lo echaba de menos... el grato ambiente, el mullido sofá, la música agradable, y la cordial atención de las baristas... también echaba de menos con quién ir, porque alguien que no es cafetero no se siente en plenitud allí... En fin, siempre pensaba en cuándo iría pero sin concretar nada, hasta que finalmente fijé una fecha y llegó el gran día, el sábado recién pasado.
El local de Isidora está igual, aunque algo me llamó la atención: el diseño de los saquitos de café ha cambiado. Ahora son blancos, aunque con las mismas estampillas identificatorias y el logotipo Star. Esta vez me aprovisioné de un buen Espresso Roast para mi cafetera de casa.
Al principio el local no estaba muy lleno, aunque el día era feo y frío. Pero al poco rato comenzó a llegar una verdadera invasión oriental: un grupo de jóvenes de razgos asiáticos que poco a poco llenaron el segundo piso.
Durante el apogeo de esta invasión, aparecieron dos baristas y en medio del grupo, comenzaron a dar una pequeña clase sobre los tipos de café, mientras servían unas muestras de los mismos.
Una de las baristas comenzó a explicar al público las bondades de la prensa, cómo preparar en forma correcta el café y cómo servirlo.
Fue tan grato el ambiente que la hora se pasó volando, más rápido de lo que imaginaba. Creo que ya sé dónde voy a celebrar mi cumpleaños. ¿Adivina Ud?
Una tarde muy agradable, como siempre en el Star. Un paseo que hay que repetir, esta vez sin dejar pasar tanto tiempo.

viernes, mayo 19, 2006

Muestras de la degradación social

A veces me pongo a pensar en el proceso de degradación que experimenta nuestra sociedad. Un buen ejemplo es la televisión. Antes, a la hora de almuerzo, se podía sintonizar el programa Almorzando en el 13, y escuchar una interesante conversación (no la confrontación del programa actual El Termómetro), con médicos, analistas políticos, empresarios, profesores, ingenieros, etc., dirigida por periodistas como Hernán Olguín, Marina de Navasal, etc. Hoy, a la misma hora, nos encontramos con programas de farándula conducidos por individuos de escasa o nula capacidad para pensar y hablar correctamente sobre algún tema, carentes de un mínimo nivel cultural, y con un lenguaje y dicción espantosos --un arquetipo actual es el tal Felipe Avello.
Hay gente que me dice que esto es una consecuencia lógica de la masificación de la tele. No estoy de acuerdo. Que un medio llegue a más gente, o a gente de estratos más bajos, no tiene por qué implicar una baja en la calidad de lo que transmite.
En fin, habrá que atrincherarse en lo bueno que ofrece la CATV, y el resto del tiempo, apagar la tele y redescubrir otros entretenimientos, quizá más provechosos que la caja mágica.

miércoles, mayo 17, 2006

Si yo tuviera el poder...

Hoy me subí al bus articulado que me trae a la pega, y veo con horror los vidrios de la parte trasera, totalmente rayados con elementos cortantes. Es irritante pensar que los servicios públicos están deteriorados o incluso destruidos por culpa de unos pocos vagos antisociales. Los culpables quedan generalmente impunes, y si es que caen en cana por alguna otra fechoría, vuelven a la calle muy fácilmente, para volver a destruir y seguir cometiendo delitos.
¿Cuál sería mi solución para eliminar a todos estos elementos indesables de la sociedad? Muy simple:
Primero, tomar preso a todo el que sea sorprendido destruyendo propiedad pública, haciendo graffitis, etc. Segundo, formalizarle cargos por atentado a la propiedad pública, y la sanción, mínimo cinco años efectivos de trabajos forzados (nada de cárcel donde no hacen nada), donde sirva como mano de obra para construir caminos, limpiar calles, limpiar alcantarillado, etc., hasta que pague monetariamente (con su trabajo a precio de costo) los daños causados, más una cuota de reparación. Si tiene que estar 40 años trabajando para pagar lo que dañó, 40 años se queda trabajando. Mano dura total.

martes, mayo 16, 2006

James Bond


Aunque no soy tevito, me gusta ver el canal TCM porque siempre emite películas clásicas. Ayer por ejemplo, dos películas al hilo de James Bond (aunque sólo alcancé a ver la segunda, y no completa: Al servicio secreto de Su Majestad, con George Lazenby --en la foto-- como Bond).
Mi interés en James Bond nace en la universidad, cuando el plan de estudios obligaba a los futuros ingenieros a inscribirse en tres cursos de tipo humanista, y el primero que cursé fue literatura, con el tema "Proceso a James Bond", dictado por el simpático profe Felipe Alliende. Leí algunas de las novelas de Fleming (que encontré entretenidas), pero tuve cierta decepción porque no podía ver las películas de Bond, pues en ese tiempo no tenía VCR y en el cine ya se había estrenado la primera película de Bond con Timothy Dalton.
Tuve que esperar al año siguiente, cuando TVN emitió las primeras películas Bond: Dr. No, De Rusia con amor, Goldfinger, y Thunderball (aka Operación Trueno). Posteriormente, disponiendo de VCR, arrendé películas Bond donde trabajaba Roger Moore. Pero no me gustaron tanto. Sin embargo, faltaba ver una película Bond con el actor menos recordado que había interpretado al agente: George Lazenby. Se decía que Al servicio secreto de Su Majestad había sido la película más floja de la serie. No estaba disponible en las tiendas de video y nadie sabía nada de esta película. Todo un misterio. Pasaron los años, hasta que el canal MGM la emitió por allá por 2001 y pude salir de la duda. No me pareció tan floja como se decía, sino que diferente. Espero poder armar mi colección de las películas Bond, ya que la colección de las novelas no la pude armar nunca (es bastante difícil conseguir los libros en Chile).

jueves, mayo 11, 2006

Minidisc: uno de mis hobbies.

La primera vez que leí acerca de Minidisc fue en un artículo de novedades de una revista, a fines de 1991. Se anunciaba como una especie de disco compacto miniatura regrabable, aunque con una calidad de sonido inferior. Por esta última razón, quizá no me llamó particularmente la atención (era simplemente una novedad más, como el teléfono que cambiaba la voz, los dulces con imágenes en 3-D, o la bicicleta con ruedas sin ejes). Pasaron los años, y cuando conocí a mi amigo Rodrigo aka Drupi, tuve la ocasión por vez primera, de manipular y escuchar un minidisco. Recuerdo haber sido un poco escéptico con la audición (el antecedente de la "inferior calidad" seguía dándome vueltas), pero la calidad y las ventajas que pude apreciar del sistema me hicieron pensar que valdría la pena tenerlo. Hasta que llegó el momento en que pude comprar mi primera máquina grabadora portátil. Después, un micrófono estéreo, con el cual grabé interpretaciones musicales en vivo (con estupendos resultados). Mi entusiasmo fue creciendo, al punto que creé una página web (todavía funciona) en español sobre Minidisc. (Única, porque la web que había hecho Drupi sobre el tema estaba descontinuada.) Me transformé en experto del tema. Y dejé de usar definitivamente las cassettes compactas.
Aunque cada cierto tiempo reflotan rumores sobre la desaparición del Minidisc, la verdad es que sigue muy vigente. Porque aunque no sea popular como los reproductores del infame mp3, quienes sabemos del tema, tenemos claro que Minidisc es la mejor alternativa actualmente disponible para grabar audio digital con alta calidad, en forma simple, y con bajo costo de medio.

miércoles, mayo 10, 2006

Ritmo fatal

El acelerado ritmo de vida --demencial a mi juicio-- que vive la gente actualmente, poco a poco nos está enfermando, y lo peor de todo, es que no es mucho lo que se puede hacer para revertirlo. Todo el mundo anda apurado, pasando por encima de los demás, y con niveles de agresividad alarmantes. Las exigencias laborales, las aglomeraciones de gente, y la congestión vehicular que transforma un viaje de media hora en una hora y media, en medio de embotellamientos y bocinazos, nos lleva a un estado de stress que nos tiene enfermos. (Y eso sin mencionar la contaminación del aire, que nos obliga a respirar mugre todos los días casi todo el año, a vista y paciencia del gobierno que, lejos de encarar el problema y adoptar soluciones definitivas, parece actuar sólo como un mero espectador de los acontecimientos.)
¿Qué hacer ante tan siniestro panorama? Por de pronto, desconectarse una vez a salvo en casa. Un momento de relajación, puede ayudar a botar parte del stress acumulado durante el día. Y por supuesto, no abandonar los hobbies, que resultan ser una buena terapia.

martes, mayo 09, 2006

Grabando para la posteridad

La primera vez que grabé programas radiales (no música) para conservarlos pensando en volver a escucharlos en el futuro, fue en 1983. En ese año, un día grabé la publicidad que emitía radio Concierto (la auténtica, no la que se llama así ahora), una de las radios que yo sintonizaba en ese entonces. Sin embargo, dado que en ese tiempo no podía darme el lujo de tener muchos cassettes, para seguir grabando música tuve que hacer lo inevitable: grabar encima de grabaciones anteriores. Ahora me arrepiento de haber borrado esa grabación. Habría formado parte de mi historia, así como lo son las fotografías. En general la gente asocia recuerdos personales solamente con fotografías; nunca con sonidos... a (casi) nadie se le ocurre grabarse a sí mismo, o a su familia, amigos, parece una tontería.. pero si yo te ofreciera una cassette con la voz grabada hace 20 años de ti, o de tus padres, abuelos, amigos, gente que conociste en tu vida y quizá ya no está, ¿cuánto pagarías por esa cinta? Invaluable, ¿verdad?

lunes, mayo 08, 2006

Manic monday

Odio el día lunes... como todo el mundo, supongo. Una nueva semana de pega, y atrás quedó un fin de semana que siempre se hace poco. Ya el domingo en la tarde me sobreviene la depre pre-lunes. Por esto me encanta cuando hay día lunes feriado (como la semana pasada); es como un respiro en medio de la rutina semanal.
Esta semana no hubo feriado... entonces para amenizar el duro comienzo de día y de semana, qué mejor que un buen café del Donkin'...

viernes, mayo 05, 2006

El maestro Tapia

Cuando en mi casa había que realizar algún trabajo de reparaciones (techumbres, cañerías, etc.) o mejoras, llamaban al maestro Tapia. Mario Tapia es un tipo que actualmente debe rondar los 60 años o tal vez un poco más, flaco y relativamente alto, de apariencia casi idéntica a don Chuma. Lo conocimos hace muchos años, cuando al frente no había casa y él cuidaba el sitio, junto a su señora, doña Ena, y sus hijas, en ese tiempo unas niñas pequeñas. En aquel entonces no era raro verlo viajar en su bicicleta Cic, y en el trabajo, bien acompañado junto a Johnnie, su pastór alemán que llegó inesperadamente a sus manos el 11 de septiembre de 1973, y años más tarde, murió envenenado en circunstancias nunca alcaradas.
Tapia aprendió el oficio de albañil observando cómo trabajaba su jefe (un albañil), y desde entonces se gana la vida haciendo los típicos trabajos de mantención que siempre hay que hacer en una casa. Tapia y su familia siempre se caracterizaron por ser gente honrada y respetuosa, razón por la cual eran frecuentemente solicitados en el vecindario (Mario trabajando en construcción, y doña Ena cuidando adultos mayores).
Tapia en su juventud fue alcohólico, hasta que sufrió un colapso y el médico lo asustó de tal manera que no volvió a tomar una botella en su vida. Pero entonces lo agarró el vicio del cigarrillo, y fumaba como chimenea, encendiendo un cigarrillo tras otro, y abriendo una cajetilla tras otra, aún si estaba parado en un andamio, con una mano se sostenía y con la otra tomaba el pucho. Recuerdo perfectamente cuando era niño y Tapia cerró un balcón en mi casa, de haber visto el suelo totalmente cubierto por cajetillas vacías de cigarrillos Hilton (su marca favorita). Él siguió fumando hasta que le sobrevino otro colapso y no fumó más. Entonces adoptó la costumbre de masticar chicle. Ignoro si todavía la mantiene.
Como Tapia carecía de conocimientos teóricos, aprendió su oficio exclusivamente por el método de ensayo y error. Tenía iniciativa e inventaba soluciones, pero cometía numerosas chambonadas. Nosotros lo sabíamos, pero también sabíamos que cualquier otro maestro chasquilla sería igual o más chambón, y con la desventaja de no conocerlo.
Tapia gustaba de comprar y leer el diario (LUN), y de conversar cuando lo observábamos trabajar. En una ocasión, las últimas veces que lo contratamos, nos contó cómo conseguía disminuir el consumo eléctrico de los refrigeradores del negocio de su hija y yerno, desconectando el medidor de la luz durante algunos días y reconectándolo cuando se acercaba el día que pasaba la persona que lee los medidores. Él justificaba esta acción diciendo que la "compañía eléctrica tiene mucha plata", de modo que era tolerable un robo pequeño.
Finalmente dejamos de contratar sus servicios ya que había aumentado considerablemente sus honorarios y seguía cometiendo chambonadas.
Me pregunto qué será del maestro Tapia. Quizá todavía siga desconectando medidores...

miércoles, mayo 03, 2006

Primeras letras de mi manual

Finalmente, después de algunos intentos fallidos, me lancé a redactar mi manual para crear buenos videos, basado en información que he podido encontrar en la Internet, y en mi propia experiencia como fotógrafo y camarógrafo. Hace tiempo que acariciaba la idea de escribir un pequeño artículo orientado a la persona que compra una videocámara y desea grabar videos que tengan algún atractivo. Videos malos hay por todos lados. Igual que fotos malas: con la masificación de las cámaras fotográficas digitales, la gente toma y toma fotos sin preocuparse por su calidad; después de todo, el que toma las fotos ahora no es fotógrafo como antes...
La razón principal para decidirme a empezar a escribir es la necesidad de preparar a un candidato que se haría cargo de las videograbaciones en Imagen Selecta. Cuando lo entrevisté, me pareció un buen chato con ganas y disposición a aprender, aunque su experiencia tras la cámara es limitada: sólo ha manejado cámaras para grabar castings, lo cual implica que no tiene experiencia en grabaciones "a pulso" (todo un desafío)... tampoco parece tener algunos conocimientos teóricos (regla de los tercios, papel que juega la luz, distancias focales, etc.), de modo que necesitará algunos apuntes que serán ni más ni menos que las hojas de mi futuro manual. En fin, ya veremos qué ocurre. Si sus ganas y disposición son reales, puedo lograr traspasar mis conocimientos y experiencia para conseguir objetivos concretos. No es malo...

martes, mayo 02, 2006

Feng Shui

El domingo pasado fueron a mi casa para aplicar el Feng Shui. Yo no lo pedí (los temas esotéricos no me interesan), pero quien hace esto dijo que me servirá para armonizar mi vida en general, y mejorar mi suerte "laboral" en particular. Decidí aceptar. Los cambios en mi dormitorio y la habitación del PC no fueron muchos ni muy dramáticos. Básicamente, se cambiaron de posición algunos objetos y se agregaron otros, como unas pequeñas plantas (incluyendo un lucky bamboo, una especie de palo de agua que sólo se alimenta de agua, sin tierra), piedras de cuarzo, algunas fotos, y un par de lámparas adicionales para iluminar dos rincones (donde aproveché de instalar mis flamantes ampolletas económicas de 5 W). Independientemente de que estos cambios traigan o no los efectos deseados, sí se puede decir que es más agradable un ambiente donde hay pequeños elementos de vegetación y una iluminación diáfana que crea una atmósfera relajante.