lunes, abril 16, 2007

El lamentable estado de nuestra radiotelefonía

Durante los últimos veinte años (por fijar un período), la radiofonía nacional ha ido en franco deterioro. Hace veinte años, yo escuchaba música pop del momento, pero también podía sintonizar emisoras con música orquestada o clásica, y en AM había emisoras con programación interesante.
Sin embargo, actualmente el panorama es desastroso: en AM, ya casi no queda nada decente, pues las grandes emisoras nacionales desaparecieron (Chilena, Minería), o se fueron en simulcast a FM. Gran parte de ese dial está ahora dominado por evangélicos o individuos que mediante engaños le sacan dinero a la gente de escaso intelecto y que los sigue religiosamente.
En FM, las emisoras también han cambiado, y no para mejor precisamente: radios que antes tenían una tradición de programas musicales definidos y de calidad (El Conquistador, Infinita, etc.), ahora han cedido a la lamentable moda de los programas de monologuería. Hay ciertas horas en la mañana y en la tarde en que no es posible escuchar MÚSICA, sino que puro bla bla.
La musica clásica está desapareciendo del dial; sólo una emisora se dedica a ella y con riesgo de desaparecer. La música orquestada ya desapareció (El Conquistador ahora programa temas de los '80 y '90 sin inmutarse).
Las radios de música pop que yo escuchaba en los '80 (las que sobreviven), ahora emiten el pop del momento, que es una verdadera porquería (¿Ud. compraría un disco de reggeaton? Yo no acepto ni regalado...)
Actualmente hay como dos radios que transmiten música de los '80. Y hasta hace poco las sintonizaba, pero me dejaron chato con el exceso de publicidad y los programas de monólogos.
De modo que en estos días estoy refugiado en radio Beethoven... y escuchando más que nunca música selecta, que nunca muere.
Alguien me dijo que lo que pasaba es que me estaba volviendo viejo. El tiempo pasa sin duda, pero mis gustos musicales no han cambiado en veinte años... el problema es que las radios que transmitían esa música han cambiado, y bastante.