martes, julio 13, 2010

Escribiendo en invierno

Hace tiempo que no escribía en mi blog (en éste, en español), para ser más específico, desde aquel nefasto día de febrero (ver entrada anterior). Han pasado los meses, ya estamos en pleno invierno, y estos días ha estado haciendo bastante frío.
Han pasado muchas cosas que podría contar, por ahora sólo me referiré brevemente a mi situación laboral. Estuve un tiempo cesante, pero gracias a Dios conseguí un trabajo, quizá en las mejores condiciones que podría imaginar. Escribí un artículo al respecto en mi blog en inglés, si tengo tiempo en algún momento podré redactar una versión para este lugar, aunque la verdad no me entusiasma escribir dos veces lo mismo aunque sea en diferente idioma.

FJ.

Probando

Probando escribir desde mi blog en inglés (y desde otra cuenta de blogger).
Veamos cómo funciona.

FJ.

domingo, febrero 28, 2010

¡Terremoto!

El viernes 26 me fui a dormir tranquilo pero con una gran incertidumbre por delante. Ese día me despidieron del trabajo (por "necesidades de la empresa", un eufemismo para echar a una persona que hace bien su pega pero que no es deseada). Pero mi sueño no duró mucho...
A las 3:30 de la madrugada, me despertó mi esposa, asustada porque estaba temblando. Con los ojos aún cerrados, pensé que se trataba de otro temblor como tantos ocurren en Chile, en todos lados y a toda hora, y que terminaría pronto. Pero el temblor no terminaba, sino que aumentaba su intensidad. Sentí que la estructura del edificio se mecía fuerte. Los objetos de vidrio y cerámicos comenzaban a caer y quebrarse. Ya parecía claro que se trataba de un terremoto. Me mantuve calmado, dentro de lo posible, pues mi esposa estaba bastante histérica. La energía eléctrica se cortó, quedando a oscuras, y el movimiento aumentó de intensidad. Hasta que fue deteniéndose poco a poco. Cuando terminó, fui rápidamente por mi lámpara de emergencia, ya que no veía nada y estaba claro que había regado por el suelo trozos peligrosos de vidrio y cerámica. Di un vistazo a la estructura del departamento y no vi ningún daño. Me sentí un poco aliviado. Pero escuchaba gritos afuera, en el pasillo, de modo que abrí la puerta. Vi como los residentes estaban bajando por las escaleras hasta el primer piso. En un primer instante no quería salir, pero al sentir olor a gas en el pasillo, me di cuenta que la situación era más seria: el terremoto había dañado las tuberías de gas y habían fugas, que naturalmente podrían inflamarse y provocar una explosión. De modo que bajamos de inmediato. El edificio tiene once pisos, y nosotros estábamos en el tercero. Esta era la primera vez que pasaba un terremoto en un edificio.
Además de mi lámpara, andaba trayendo mi celular con radio, de modo que me puse a escuchar informaciones mientras estábamos afuera. Pensé que nos íbamos a quedar ahí hasta el otro día. Pero al cabo de una o dos horas, volvió el suministro eléctrico. El conserje había cortado el suministro de gas, de modo que ya no había peligro. Todos volvieron a sus hogares. Yo no pude volver a dormir. Me quedé escuchando la radio y viendo TV, para saber qué había pasado y qué seguía pasando.

Yo fui testigo del terremoto de 1985, y pensé que sería el único que viviría. Ahora pienso que quizás el terremoto del viernes pasado no sea el último...

martes, enero 19, 2010

Fin de una era, comienzo de otra

El domingo pasado fui a votar en la segunda vuelta de la elección presidencial, y en la tarde, después de dormir un poco, me puse a escuchar las informaciones del evento a través de la radio. Me sorprendió un poco que los resultados se conocieran tan pronto, ya que se presumía que la diferencia de votos sería estrecha. Aunque Piñera tenía la ventaja, el oficialismo arremetió con todo: recurrió a todas las vías, algunas más turbias que otras, para adelantar a su candidato. Y más temprano que tarde, vi en televisión a Frei reconociendo su derrota. Bien por Chile. Bien por la democracia chilena.
Ahora sólo me queda esperar que la situación general mejore con la gestión del flamante presidente Piñera. Tengo fe que así será. Hace años que Concertación estaba experimentando los mismos vicios que afectan a todo gobierno que pretende perpetuarse en el poder: cuoteo político, amiguismos, precupación por problemas políticos y no por los problemas de la gente, robos de recursos fiscales, y por supuesto todo esto contribuye a generar corrupción. De modo que en buena hora se abrieron las ventanas para que entre aire fresco y por fin llegara un buen cambio.

sábado, enero 09, 2010

Chalas en todas partes

La última vez que escribí en este blog, fue para quejarme que no podía encontrar un par de chalas.
Hoy, casi un año después, debo decir dos cosas. Primero, las chalas que compré el verano pasado, a precio de oro, todavía las tengo y me han servido mucho. Y segundo, que ahora hay chalas casi por todas partes, de muchos colores y tamaños, y a precios razonables. Hasta recibí un par como obsequio navideño.
Por si acaso, compré un nuevo par y lo tengo guardado. Sólo por si acaso...