Me gustan los jeans como prenda de vestir, sin embargo no suelo usar porque me cuesta bastante encontrar un modelo que realmente me acomode y me guste (o son muy englobados como de payaso, o me apretan la cintura, etc.), y si hallo un par que más o menos me quedan, son caros (por la misma plata o menos me llevo un par de pantalones semiformales que me sirven para más ocasiones). Por esta razón, cuando una persona conocida me ofreció un par nuevo de mi talla a dos lucas, no lo dudé mucho... (dos lucas es lo que cuesta un rico café en el Starbucks). Me gustó la tela, así que se los compré al toque (ya que había más gente interesada). Después los examiné con más detención, y me di cuenta que eran... jeans de mujer (y yo que pensaba que los hacían con el botón al otro lado). Igual me los puse (suponía que no me iban a entrar o que no daría la cintura). Y no sólo me entraron, sino que me quedaron bien (más o menos como los jeans de vaqueros: ajustados, pero no apretados).
Naturalmente mi temor era verme fleto con ellos. Así que pedí opiniones, y después de escucharlas, me quedé más tranquilo ("Te ves más esbelto").
A veces los paradigmas del vestir no son tan obvios como uno podría creer.
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