viernes, marzo 30, 2007

Día del "joven combatiente"

Ayer cuando volvía del almuerzo a mi puesto de trabajo, se me informaba que la gerencia decidió bajar las cortinas y que el personal se fuera a sus casas. Así que sólo trabajé medio día, cortesía del día del "joven combatiente". Y la verdad es que el ambiente en las calles se estaba tornando muy complicado, porque casi no había buses, mucha gente saliendo de sus pegas para tratar de llegar a sus hogares, y guardarse temprano, ya que ayer era el día consagrado para que los delincuentes, antisociales, vagos, y escolares, dieran rienda suelta a sus instintos asesinos, de saqueo y destrucción. A vista y paciencia del gobierno, que por supuesto no actúa como debe porque "estamos en democracia", y hay que dejar que todos se manifiesten. Y los destrozos y todos los daños provocados, que los pague "Moya"...
Pero ¿qué pasó el día 29 de marzo de 1985, día del "joven combatiente? Ese día, dos jóvenes antisociales decidieron asaltar una panadería (aprovechando un día de "protestas"), y fueron sorprendidos por efectivos de carabineros. Los jovencitos andaban armados y se enfrentaron a balazos. Resultado: los dos jovencitos muertos. Pero para los sectores de izquierda, los jovencitos fueron elevados a la categoría de combatientes mártires, y actualmente los carabineros que estuvieron involucrados en esos hechos, están siendo juzgados como criminales. Por eso actualmente carabineros no puede actuar frente al lumpen, porque si lo hace, las autoridades dan de baja a los involucrados. Tienen que dejar ser apedreados o baleados, y ante un encapuchado que los apalea, no les queda más que esconderse en algún hoyo. Conclusión: el delincuente hace lo que quiere, impune, y los ciudadanos honrados, tienen que soportar esto sin chistar.
Me pregunto si algún día las autoridades van a actuar como se debe, y si vamos a poder vivir en paz...

jueves, marzo 22, 2007

¿Mechoneo o humillación?

Hoy caminando por Providencia, me topé con varios "mechones/as", que más parecían venir de una guerra que de un mechoneo universitario: sin zapatos, ropa totalmente rajada, y derramado por sus cuerpos toda clase de líquidos y mugre. Allí estaban, asquerosos, con risitas en sus caras, pidiendo dinero. Y me quedé pensando algo muy elemental: ¿por qué estos chicos y chicas se dejan humillar hasta ese extremo? ¿son tontos... o se hace buena plata pidiendo en la calle?
Yo también fui mechón... y en ese tiempo también sometían a los novatos a vejámenes. Pero yo jamás me dejé humillar. Creo que a lo más alcanzaron a rayarme con un plumón, porque a la primera mano que me agarró, comenzaba a dar combos y patadas, hasta que me dejaban tranquilo. Al año siguiente, ya como mechoneador, no participé en esas actividades.
Pienso que si los nuevos estudiantes son sometidos a esos vejámenes, es porque ellos mismos no hacen nada para impedirlo. Cuántas actividades recreativas se pueden inventar, para celebrar a los recién llegados... pero el círculo vicioso continua, porque los mechoneadores se desquitan con los novatos de lo que sufrieron cuando ellos fueron novatos, y de pronto se conocen casos de acuchillados, manoseadas o derechamente violadas, quemados, quebrados y lesionados. Claro, serán los menos, pero ocurren, y le puede pasar a cualquiera.

lunes, marzo 19, 2007

Cambios en la pega

Hoy comienza una nueva semana laboral, y parte con un nuevo gerente del área donde estoy yo.
Lo poco que he podido verlo y hablar con él, me permite formarme una imagen de un tipo duro, que ya le tomó la foto a la situación actual, y que impulsará cambios y tomará medidas, aunque sean impopulares, particularmente en lo que se refiere a exigencia, algo que su predecesor nunca hizo.
Pienso que una razón de que no seamos una cultura desarrollada es precisamente la falta de profesionalismo. En general la gente flojea, si puede saca la vuelta, y no realiza bien su trabajo. Tiene que haber alguien con un chicote para que las cosas caminen. Ese es un problema de mentalidad. Es lo mismo que ocurre cuando vemos la vereda llena de vendedores ilegales; si no hay un paco de punto fijo, los tipos se instalan sin ninguna vergüenza. O cuando el automovilista sale a la calle sabiendo que tiene restricción, porque en el peor caso sólo tiene que pagar una pequeña multa. El caso extremo de sinvergüenzura y pereza lo tenemos en las entidades estatales, donde los trabajadores laboran toda su vida, pero no se exigen ni tampoco les exigen. Trabajan al ritmo que desean, y por eso cuando nos toca hacer un trámite en un municipio, o en otra entidad pública, algo que tardaría minutos se realiza en semanas, después de todo, saben que no los echarán por ser ineficientes.
En el mundo privado hay controles y metas, y los empleados pueden ser reemplazados por otros más eficientes, pero aún así no se trabaja en forma óptima. No hay concepto de programación, de lista de tareas, y en definitiva, de responsabilidad. Sin duda, queda mucho por aprender...

miércoles, marzo 14, 2007

El desastre que vivimos

Quince días alcancé a soportar el desastre del Transantiago (aka TransantiASCO). La aglomeración de gente en el Metro crecía cada vez más, al punto que decidí empezar a ir y venir en auto a la pega. Es desagradable y estresante soportar un embotellamiento de autos, pero más desagradable y estresante (y humillante) es llegar a la entrada de la estación y ver cómo está el recinto totalmente lleno de gente en filas retorcidas sólo para ingresar... una vez dentro, tener que dejar pasar trenes hasta que logres meterte a presión en algún vagon (con toda la incomodidad e inseguridad que ello implica), después tratar de salir y sumarte a la masa humana que trata de subir las escaleras para salir del andén. Para después entrar en otra larga espera a que pase el famoso bus alimentador...
El Transantiasco es la mejor prueba del fracaso rotundo de este gobierno, lleno de ineptos y corruptos, que han engañado al pueblo ofreciéndole toda clase de maravillas, y en definitiva ellos se han hecho millonarios con negociados oscuros, y el pueblo vive peor y más encima humillado.
Así como yo, toda la gente con auto también lo sacó a la calle, y ahora las calles están colapsadas de autos. Un desastre. Y pensar que quedan tres años más. Sólo me pregunto si soportamos esos tres años, la gente tonta que votó por la bacheleta volverá a dejar que le metan el dedo (o algo más) en la boca.

lunes, marzo 12, 2007

Un ejemplo de cómo el sistema nos saca más plata cada día

Cuando se instaló el servicio de CATV en mi casa, a fines de 1995, el costo mensual era de $9990 y había disponible un abanico de canales, algunos buenos, otros no tanto. De todos modos era LA gran alternativa a la televisión local, que para entonces estaba comenzando la decadencia.
Sin embargo, a los pocos años, los dueños de algunas señales descubrieron que podían degradar la calidad de la programación, para así justificar el nacimiento de un canal adicional, más conocido como la señal premium (Cinecanal 2, Cinecanal Classics, HBO plus, etc...). Y naturalmente cobrar extra por ver esos canales. Cinecanal fue el canal más cerdo, pues pasó de ser una canal de cine bastante decente, a permitir que el operador local insertara propaganda en los intermedios, para después comenzar a "marcar" la imagen con animaciones, una mala costumbre que actualmente han adoptado casi todos los otros canales. Lo que antes se podía ver en Cinecanal, ahora está repartido en sus otros canales hermanos, y hay que pagar más. En Fox, yo disfrutaba en 1995 viendo series clásicas de ese canal, como Tierra de Gigantes, Viaje al Fondo del Mar, El Túnel del Tiempo, etc., junto a series más nuevas como Los Simpson o los archivos X. Ahora todavía se exhibe Los Simpson (caballito de batalla del canal), pero aquellas buenas series fueron desplazadas por otras nuevas bastante malas.
Es verdad que actualmente hay unos pocos más canales en el plan básico que en el plan único de 1995. Pero ahora el costo mensual vale más de $20000, y sin considerar servicio "premium".
Gracias a Dios existe el DVD (y el DVD-R), y están apareciendo en ese formato algunas temporadas de series clásicas.