Hoy en día la gente, aparte de andar apurada, anda prepotente y belicosa. Lo veo y lo vivo a diario, cuando llego a la pega, cuando salgo y vuelvo del almuerzo, y cuando me voy a casa. La gente te pasa por encima, y si lo haces notar, no sólo no se disculpa sino que te dice groserías. La amabilidad y el respeto brillan por su ausencia. A medida que pasan los años, noto que estas conductas se hacen más abundantes. El comportamiento flaite va contagiando a más individuos, como una miserable epidemia, incluso a quienes no son flaites por naturaleza. Y los flaites cada vez son más jóvenes. No tengo idea a dónde vamos a ir a parar con esta sociedad enferma, pero claramente no será nada bueno. No me extrañaría que en un futuro, aparezca alguien y te golpee porque lo miraste feo, te acuchille porque te vio muy elegante, o te dispare balines porque no está en tu fiesta, como le ocurrió a don Drupi...
Quizás por esto necesito urgentemente salir de la ciudad e irme unos días a otra parte, donde pueda estar en calma y desconectado de esta ciudad y su gente enferma. En fin, ya falta poco para disfrutar mis vacaciones.
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