Cuando se trabaja de lunes a viernes, a tiempo completo, se agradecen los días feriados (cuando caen en la semana, claro). Este año acabamos de tener un megaferiado, porque las Fiestas Patrias (que son dos días) cayeron martes y miércoles en el calendario, y nuestros paralmentarios no encontraron nada mejor de decretar festivo el día lunes... y así ellos y toda la gente adinerada se podía ir a sus casas de veraneo. Y para siempre, pues cada vez que se forme un día sandwich o puente en Fiestas Patrias, ese día será automáticamente feriado.
Aunque no viajé a ningún lado, aproveché el tiempo para adelantar los temas pendientes del matrimonio y también para descansar (algo). A estas alturas del año me siento con las pilas medio gastadas. Ha sido un año denso. De modo que se agradecen los días feriados. Y también sus consecuencias: la semana laboral será corta (sólo dos días).
jueves, septiembre 20, 2007
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