Mi primera cassette fue una Maxell LN de 30 minutos que venía incluida en mi primera radio (cassette) a fines de 1978. En esos tiempos, si comprabas una grabadora, ésta venía con una cassette y además se incluían las pilas (no como ahora, que se vende todo por separado --y los accesorios con precios inflados). Al poco tiempo mis padres compraron dos cassettes: uno como la que aparece en la foto, y otro similar pero de 120 minutos (ese fue para mí). Por esta razón, al ver la foto, se me llena la cabeza de recuerdos, porque desde entonces la grabación de música (principalmente) se transformó en mi gran hobby.
Durante años compré cintas vírgenes para grabarlas con la música que me gustaba. Maxell, Sony, TDK, BASF, Pioneer, eran mis marcas de siempre. La época dorada de la cassette. Jamás me tenté por las cassettes baratas, sabía que eran una porquería y lo que allí se grabara no duraría mucho.
Hacia mediados de los '90, ya coleccionaba CDs, y fui dejando de grabar música, y por ende, de comprar cassettes. En 2000 llegó a mis manos mi primer Minidisc, y entonces tomé la decisión inevitable: dejar de usar cintas. Ese año compré un boombox, y con él, mi último cassette... hasta ahora.
Porque este mes que hoy termina, vi un foro donde se hablaba de las cassettes. Se mencionó una marca llamada That's, que yo había visto en tiendas de la Casa Musa, y que pensaba era una marca chancho, pero según los foristas se trataba de una cassette bastante respetable. De pronto tuve una idea: comprar mi última cassette (sabiendo que será la última, pues la disponibilidad de cintas y grabadoras de cinta es tan baja que es fácil suponer que pronto desaparecerán, y sabiendo que lo más probable es que no la use y se quede sellada). Así que partí a Casa Musa y pedí una cassette That's. Y That's all folks... gracias cassette por brindarme tantos años de servicio... pero la era digital llegó para quedarse, y es hora de retirarse al museo.
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