viernes, abril 21, 2006

Mendigando

Cuando camino todos los días al trabajo, siempre veo dos personajes que son parte habitual del paisaje urbano. Son dos mendigos. Uno de ellos es un colorín, joven, que se sienta en el suelo o se queda de pie, pero no suplica monedas ni usa carteles. No es raro verlo leyendo el diario o tomando un buen desayuno, con la mirada perdida en el tráfico vehicular. Al principio no entendía por qué este hombre estaba en la calle, hasta que vi como le venían crisis epilépticas (paradojalmente, se instala al lado de una farmacia). Claro, aparte de indigente, quizá nadie debe darle trabajo por su problema de salud. El otro mendigo es un ciego, que se sienta en una silla y toca melodías desafinadas en una flauta de plástico, la cual debe golpear cada tres segundos para destaparla y seguir tocándola. Este sí exhibe cartel de ayuda, y en los días soleados usa una camisa con un colgador de ropa adentro, donde mete la varilla de una sombrilla para protegerse del sol.
A veces me pregunto si estos personajes están donde están porque son la escoria de la sociedad, o simplemente porque están haciendo un buen negocio... money for nothing. En una próxima crónica hablaré del mendigo famoso que se arrastraba por el suelo para pedir dinero, pero en su casa tenía lujos como un bar personal.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Insisto que me gusta harto lo que escribes, tienes buena "pluma"...

Y respecto al tema "Mendigando" hay muchas personas que deben recurrir a esto para juntar algo de plata, pero también hay mucha gente que utiliza este medio para "ganar fácil" y muchas veces sin ser cierto sus "dramas"...

Cuántas veces se han mostrado casos que no son ciertos...y que eso hace tener cierta incredibilidad respecto a lo que se ve...

Es una realidad, por ejemplo, cuando se camina en el centro y se ve gente con niños con graves enfermedades en el suelo...da rabia que no se haga nada por ellos. Porque también hay que ver que las personas de la calle no se le abren las oportunidades, salvo cuando alguien se quiere candidatear (del sector político que sea)y dice tener una gran preocupación por los pobres.......y los más desposeídos!

Bueno, no sé...
pero este es un gran tema de reflexión!

Anónimo dijo...

Escriba otra crónica...

saludos, su Lectora

Hombre del Cintillo dijo...

Leia en el diario recien que este es el pais mas desconfiado del mundo, después de Turquia....

Y no me extraña porque de la mitad de las personas que te topas, necesitan realmente tu mano. Y la otra mitad, son unos chantas profesionales. Lamentablemente no sabes dirimir con tan pocos antecedentes de un culebron venezolano a una realidad cierta, asi que te pones en el primer caso.

A mi lo que me molesta en lo personal es el abuso. Hay veces que han pasado 10 personas a este domicilio pidiendo las mas increibles cosas, desde efectivo hasta comida para el momento. No me molesta dar, siempre y cuando que se que sea de verdad.... y que no te tengan de financiera.