Desde un tiempo a esta fecha, el teléfono celular de mi señora madre no estaba funcionando bien. Es un teléfono Motorola que le regalé para un día de la madre de 2002. En cinco años, las pilas recargables que lo alimentan, ya llegaron al fin de su vida útil. Algo totalmente esperable.
En un principio pensé comprarle pilas nuevas (en vez de usar una "batería Motorola", utiliza tres pilas recargables "Motorola", similares a las pilas AAA). Sin embargo, al examinar con cuidado las pilas, me di cuenta que no tienen las mismas dimensiones de una triple A (son un poco más largas). ¡Vaya fiasco!
Pensando cómo conseguir un celular nuevo económico, pasé por un kiosko Entel y pregunté qué era lo más barato, rogando porque no fuera sobre los 30 mil (el Motorola me costo 35 mil en 2002, y estaba dentro del rango "económico"). Cual sería mi sorpresa cuando el vendedor me muestra un celular Nokia de... 15 mil, con chip y 10 mil en llamadas. Le pregunté por qué era tan barato (en comparación con los demás). "Es que es sólo teléfono", me respondió. Sólo teléfono... Es decir, hoy en día un celular no se precia de tal si no toma fotos o sintoniza radios. Increíble. A mí me interesa que un celular sea un buen teléfono (que se escuche bien, buena autonomía, etc). Pero me importa un ardite si toma fotos o no (para tomar fotos tengo cámara fotográfica). De modo que sin dudar, lo compré altiro. Es mejor que lo que buscaba. A diferencia del Motorola, este Nokia es pequeño (o quizás debo decir, tiene el tamaño de los celulares de hoy), y me recuerda bastante al Nokia que yo usaba antes (y que tuve que cambiar por problemas técnicos).
Y en cuanto al Motorola... teóricamente habría que botarlo. Me da cargo de conciencia tirar un equipo que no está descompuesto. Por ahora lo guardaré en el "museo" donde tengo otros electrónicos obsoletos. En definitiva, otro cachivache más..
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