miércoles, mayo 10, 2006

Ritmo fatal

El acelerado ritmo de vida --demencial a mi juicio-- que vive la gente actualmente, poco a poco nos está enfermando, y lo peor de todo, es que no es mucho lo que se puede hacer para revertirlo. Todo el mundo anda apurado, pasando por encima de los demás, y con niveles de agresividad alarmantes. Las exigencias laborales, las aglomeraciones de gente, y la congestión vehicular que transforma un viaje de media hora en una hora y media, en medio de embotellamientos y bocinazos, nos lleva a un estado de stress que nos tiene enfermos. (Y eso sin mencionar la contaminación del aire, que nos obliga a respirar mugre todos los días casi todo el año, a vista y paciencia del gobierno que, lejos de encarar el problema y adoptar soluciones definitivas, parece actuar sólo como un mero espectador de los acontecimientos.)
¿Qué hacer ante tan siniestro panorama? Por de pronto, desconectarse una vez a salvo en casa. Un momento de relajación, puede ayudar a botar parte del stress acumulado durante el día. Y por supuesto, no abandonar los hobbies, que resultan ser una buena terapia.

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